Las madres y padres del centro público Híspalis de Sevilla se manifestaron el pasado miércoles como protesta ante el comportamiento de un profesor del centro, al que acusan de, entre otras acciones, comerse el bocadillo de algunos alumnos u orinar en botellas de plástico. Ante esta situación, piden el traslado de este docente lejos del centro público.
El día que había que volver de las vacaciones navideñas los niños y niñas del Híspalis se encontraron con las puertas del colegio selladas con silicona, un hecho más que extraordinario justo el día en el que sus padres se reunían a las puertas del centro en protesta por el comportamiento de un maestro al que acusan de estar «chiflado». Esta no es la primera vez que se han manifestado, según han explicado desde el AMPA, también han tenido reuniones con la Delegación territorial de Educación y ante el inspector de Educación, aunque hasta ahora sin éxito.
Entre los comportamientos «chiflados» del maestro se encuentra el de orinar en las botellas de los menores, comerse sus bocadillos, obligarles a «bailar el perreo» o ponerles películas de miedo.
La abogada del acusado, sin embargo, no solo desmiente estas acusaciones de los padres y madres, sino que expresa que surgen a raíz de un «clima de desconfianza generado por rumores infundados». El maestro acusado de estas conductas, en palabras de su abogada, estaría recibiendo un «impacto negativo» en su salud emocional y profesional, lo que le ha llevado a sufrir ataques de ansiedad.
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Codirector de Espacio Andaluz.
