Decenas de miles de andaluces y andaluzas se echaron a las calles de las ciudades de Málaga, Sevilla y Cádiz durante la jornada de este sábado 09 de noviembre para reclamar el derecho a una vivienda digna. Este problema que si bien anda incidiendo también en el resto del territorio nacional, lo hace con especial predominancia e impacto en la comunidad andaluza, supeditada histórica y económicamente a la actividad turística, donde el salario promedio sigue estando notablemente por debajo del que gozan de media los españoles y españolas y donde la tasa de población en riesgo de pobreza es del 37,5 % -3,2 millones de personas, según registra el indicador AROPE de la European Anti Poverty Network)-.
En sendas movilizaciones, que concentraron a un total de entre 20.000 y 60.000 personas -un abanico de cifras que responde a la disparidad entre números brindados en cuanto a seguimiento de las manifestaciones por Policía Nacional y organizaciones convocantes-, cinco fueron los elementos señalados en el ojo del huracán tras el desalentador panorama que sufre actualmente el acceso a la vivienda en territorio andaluz y en España: el rentismo, la especulación, la turistificación, la inacción del Gobierno y la intrascendencia de la actual ley de vivienda y la no construcción de viviendas públicas (VPO) en las grandes ciudades andaluzas.
Estos leitmotiv están propiciando, entre otras cuestiones, la expulsión de miles de vecinos y vecinas de los barrios céntricos de las capitales andaluzas a otros de la periferia o a municipios incluso de un radio cercano al área metropolitana, la imposibilidad de acceder a la emancipación para muchos jóvenes -lo que continúa destruyendo por completo cientos de millares de proyectos de vida dignos en Andalucía y en el mapa nacional- y el cada vez más frecuente fenómeno de la compartición de vivienda -‘coliving, como intenta romantizarlo la lógica capitalista-.
Con proclamas como “Ser rentista no es un oficio”, “ni gente sin casa, ni casa sin gente” o “derecho a techo”, pasando por las que pusieron su foco en el perjuicio de la cada vez mayor turistificación de las principales ciudades andaluzas, apelando a que haya “menos turistas y más vecinos” o “menos bnb’`s y más VPO [Vivienda de Protección Oficial], los y las manifestantes instaron a poner fin a “las casas vacías, los alquileres abusivos y la paz para los especuladores” en estas localidades, en la comunidad y en el resto del territorio nacional.
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).