El ya tradicional acto por el 139 aniversario del nacimiento del Padre de la Patria Andaluza, Blas Infante (1885) se convirtió en una suerte de homenaje también a la figura de su hija, María de los Ángeles Infante, quien fuera presidenta de la fundación que lleva el nombre del ilustre andalucista y que falleció el pasado 4 de abril a los 93 años de edad.
En este sentido tributo a la también célebre descendiente infantiana, que dedicó su vida a preservar el legado de su padre, su amor a Andalucía y su firme defensa de la autonomía y de los valores y esencia de la tierra andaluza, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, destacó su «larga y fructífera trayectoria que no siempre fue fácil» y se apenó de su «triste ausencia»: «La echamos de menos», aseguraba.
Las declaraciones del líder de los populares andaluces, una sensación generalizada en la Cámara andaluza -a excepción de Vox- y en el andalucismo, pueden llegar a ser, sin embargo, especialmente cínicas a sabiendas de que la oposición política -salvo, nuevamente, el grupo ultraconservador- solicitó que declarase un día de luto tras su fallecimiento, a lo que el líder andaluz se negó. Algo que, paradójicamente, sí que hizo en septiembre de 2022 por la igualmente extinta exreina de Inglaterra, Isabel II, a la que le brindó un día de «luto oficial en la Comunidad Autónoma de Andalucía». Este contrasentido generó polémica y voces crítica, por entonces.
Cabe recordar, además, que tras la muerte de la hija de Blas Infante, el PSOE de Andalucía presentó una declaración institucional en su memoria para su lectura en el Parlamento de Andalucía antes del inicio del Pleno del pasado 10 de abril que fue, no obstante, «rechazada» por el presidente de la institución, el popular Jesús Aguirre. Una decisión del exconsejero de Salud que sigue, a día de hoy, sin entenderse y que originó «malestar» en el Grupo Socialista andaluz.
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).