Canal Sur vive uno de sus momentos más aciagos en sus más de 45 años de vida. Pese a que las cifras de audiencia siguen respondiendo al trabajo que los programas estrella y ya tradicionales en la radiotelevisión pública andaluza han hecho sempiternamente, habiendo cerrado la última temporada -11 de septiembre de 2023 a 30 de junio de 2024- con una cuota de pantalla mensual del 8,6 %, los tentáculos de su politización desde San Telmo son ya más que evidentes, especialmente, en la cúpula de la cadena y en la dirección del servicio de informativos -convertido en mera correa de transmisión del actual Gobierno de la Junta- y, de la mano de estos, la RTVA continúa revistiéndose de una preocupante nostalgia propia del blanco y negro de la televisión pública en España durante otrora tiempos.
Si durante los últimos años, Canal Sur ha ido tiñendo sus espacios de contenidos caracterizados, sin embargo, por altas dosis de clasismo y tradicionalismo, dándole un papel hegemónico a la tauromaquia durante las tardes de domingos, o, estrenando espacios como ‘Testigos Hoy’, un programa religioso que muestra la realidad de la Iglesia Católica en Andalucía -pese a que la Constitución recoge la aconfesionalidad del Estado español-, el aroma a control, continua supervisión y despotismo en torno a una clara línea editorial y a una forma de trabajo no apta para disidentes se ha hecho aún más palpable entre las paredes de sus redacciones.
El reciente cese del equipo de edición del icónico programa de ‘Los Reporteros’ -premiado en multitud de ocasiones por su brillante labor periodística- como «represalia» a la oposición de sus profesionales a que fuese censurado en el mes de junio un reportaje sobre el décimo aniversario del relevo en la corona española -inclusive cuando ya había sido montado y promocionado por la propia emisora-, justificado por la cúpula de informativos por «necesidades organizativas», y la propia polémica generada en torno al veto de la citada pieza sobre la abdicación de Juan Carlos I y la llegada al trono de Felipe VI, es solo la punta del iceberg de continuas actuaciones desde los mandos de la radiotelevisión pública de Andalucía que ponen en peligro diariamente el buen hacer del periodismo y el respeto a la independencia, la imparcialidad y la neutralidad que han de tener sus trabajadores.
La censura del reportaje de ‘Los Reporteros’, el espacio más reconocido de Canal Sur por su labor informativa, un bastión del periodismo libre, con 5.000 reportajes en su haber, 35 años en antena, y que ha tenido absoluta libertad para ejercer su trabajo desde que comenzase a rodar en enero de 1990, ha sido el episodio más notorio, como ha denunciado frecuentemente el Consejo Profesional de la RTVA, de una cantidad infinita de, no solo prácticas censoras, sino también «propaganda» con «rótulos que se habrían podido realizar desde San Telmo», informaciones cuyo tratamiento ha vulnerado el código deontológico de los y las periodistas, el libro de estilo y el Estatuto Profesional de la RTVA, y donde ha estado presente en no pocas ocasiones la desinformación, y una importantísima predominancia de contenidos y protagonistas que eran del interés del PP de Andalucía y de su agenda política autonómica y nacional -amnistía, Puigdemont, mucha más presencia de Feijóo que de Sánchez, los informativos convertidos en una herramienta de campaña electoral más del máximo dirigente del PP-A, Juanma Moreno…-.
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).