El actual Gobierno de la Junta de Andalucía sigue con la particular opacidad y el hermetismo que le caracterizan, incluso cuando es la salud pública la que está en juego. La pasada semana, la Consejería de Salud y Consumo informaba de que se había detectado elevada presencia de Listeria monocytogenes en un lote de zurrapa blanca de la empresa Fábrica de Embutidos La Serrana SL, ubicada en la localidad gaditana de Olvera. Este organismo es el encargado de inducir la listeriosis, una infección grave cuyo cuadro sintomatológico incluye fiebre, escalofríos, artralgias, mialgias, sudoración o somnolencia, entre otros malestares.
Salud alertó de que el embutido con listeria había sido vendido en Sevilla, Cádiz y Málaga, afectando a un hombre de 49 años de El Arahal (Sevilla), que fue dado de alta el pasado viernes 26 de julio tras varios días de ingreso en el Hospital Universitario de Valme, según informó la Consejería en un comunicado. La cartera sanitaria encontró finalmente cuatro tarrinas de la zurrapa contaminada con listeria en un local de Sevilla capital, donde se hallaron dos unidades, y en otra tienda del municipio gaditano de Puerto Real, en Cádiz, donde se alcanzaron otras dos tarrinas. El producto fue inmediatamente retirado y devuelto al fabricante, personándose inspectores de Salud Pública en los establecimientos comerciales donde se había vendido el producto y obligando a ellos a la instalación de carteles para avisar a los clientes y para que se procediese a la devolución de la zurrapa si aún lo tenían en el domicilio alguno de estos.
Sin embargo, días después, la Junta negó a FACUA, una de las principales organizaciones nacionales en defensa de los derechos e intereses de los consumidores, la información sobre los establecimientos donde se vendió la mercancía cárnica infectada, oponiéndose a dar los nombres de estos comercios, de manera que los consumidores pudieran conocer todos los datos necesarios.
En su escrito, el máximo responsable de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, Isaac Túñez, aseveraba que se había advertido ya a la población general “mediante un comunicado de prensa” de la presencia de Listeria y de la retirada de los lotes y a “los municipios en los que se tuvo conocimiento de la distribución del producto y del lote objeto de la alerta”. De igual forma, indicaba que “se instó al operador/fabricante del producto a que comunicara inmediatamente a los clientes la retirada de los productos, y a los Agentes de Salud Pública la realización de visitas de inspección a los establecimientos donde se había distribuido el producto“.
FACUA Andalucía ha condenado estos días que se le “hurte” a los consumidores información que puede resultar esencial: “Conocer el nombre de los comercios y establecimientos de hostelería donde se suministró el producto afectado puede servirles para saber si adquirieron algunas de las unidades objeto de la alerta”, aseguraban.
La federación, además, ha reclamado en varias ocasiones al Gobierno que modifique la normativa para obligar a los locales de hostelería que hayan vendido productos viciados por una alerta alimentaria a informar de ello a los consumidores, ya sea colocando carteles en el propio local o mediante cuallquier otro método que garantice que tienen conocimiento del producto afectado y de todas sus características.
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).
