Las suspicacias del Gobierno de Moreno durante la pandemia: usó hasta 65 contratos a dedo millonarios en 2020 para necesidades previas o que nada tenían que ver con la Covid-19

Las suspicacias del Gobierno de Moreno durante la pandemia: usó hasta 65 contratos a dedo millonarios en 2020 para necesidades previas o que nada tenían que ver con la Covid-19

Hecha la ley, hecha la trampa. Eso debió pensar el Gobierno andaluz, liderado por un Juanma Moreno que apenas sumaba algo más un año como presidente de la Junta, cuando, en el peor período de la pandemia que azotó a todo el planeta y, como no, a España, el Ejecutivo autonómico aprovechó la relajación de las normas de contratación pública autorizada por el Gobierno central en 2020 para hacer uso de hasta 65 contratos a dedo millonarios, de los 201 totales que han sido examinados por la Cámara de Cuentas andaluza, con el objetivo de cubrir necesidades previas a la pandemia o que nada tienen que ver con ella.

El informe del órgano fiscalizador y del que se ha hecho eco elDiario.es no deja ápice de duda alguno: un tercio (32,34 %) de las contrataciones exprés efectuadas durante dicho curso, cuyo montante global supera los 79 millones de euros -79’69, para ser precisos-, obedecen a “una necesidad que pudo ser previsible, programable y no sobrevenida por causa de la pandemia”, por cuanto, “en muchos casos”, eran situaciones “que se retrotraían y eran conocidas con antelación a la crisis sanitaria”.

Cabe recordar que estas relaciones contractuales estaban previstas, en un principio y tras haber sido aprobadas por el Gobierno de Sánchez, como procedimiento extraordinario y excepcional para hacer más llevadera y factible la administración y gestión de las comunidades a los gobiernos autonómicos frente al incierto y tedioso escenario pandémico, permitiendo que estos pudiesen contratar obras y servicios sin publicidad, concurrencia competitiva ni fiscalización previa, y posibilitando, en último término, una vía más ágil y con menos controles para las licitaciones durante la Covid-19.

La Cámara de Cuentas, asimismo, concluye contundentemente que “una defectuosa planificación de la gestión contractual hubiera permitido ejecutarlas con anterioridad, a través de procedimientos menos restrictivos de los principios de publicidad y concurrencia”, de modo que “no queda justificado que la finalidad perseguida por el correspondiente contrato no pudo ser lograda utilizando otros procedimientos”

Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).

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