Cristian López DomínguezUna madre sevillana ha vuelto a evidenciar el colapso asistencial que sufren día sí, día también muchas de las áreas del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla (HUVR). Esta progenitora hispalense se grababa hace tres días para redes sociales mientras alcanzaba la cuarta hora de espera en el Infantil del principal centro hospitalario de la capital sevillana para que un traumatólogo atendiese a su hijo.
Tras haberle sido realizada una radiografía al pequeño en ese período, como relataba esta madre, ella, su pareja y el niño aguardaban a que dicho especialista del dolor le viese. Un procedimiento sanitario que, sin embargo, se estaba demorando importantemente en el tiempo y que tenía pinta de que se alargaría mucho más, puesto que, como desvelaba, había «un solo traumatólogo para todo el Virgen del Rocío» y allí había «50 niños esperando» para que este facultativo médico le viera.
Sorprendentemente, hasta las y los propios enfermeros le pedían que ante semejante esperpento asistencial, tanto ella como otras madres y padres afectados pusiesen «hojas de reclamaciones». Al cabo de un buen rato, esta progenitora salía ya del hospital asegurando que si bien las y los sanitarios de la sanidad pública «son profesionales como la copa de un pino», «falta personal» en el tejido sanitario público. Una máxima que sigue desoyendo el Gobierno de Moreno en la Junta de Andalucía, que sigue canalizando sus esfuerzos económicos en sanidad en enriquecer con cientos de millones de euros a clínicas privadas.
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Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).
