Una marea rosa de 8.500 andaluzas y andaluces, según cifras de la Subdelegación del Gobierno, se dieron cita este domingo frente a la churrigueresca fachada principal de la sede de la presidencia de la Junta de Andalucía, el Palacio de San Telmo, para clamar contra el escándalo perpetrado por el Gobierno de Moreno en el cribado del cáncer de mama en Andalucía.
Ataviadas y ataviados en un buena medida con el color distintitivo del tumor mamario, estos miles de andaluces se congregaron bajo el lema «Nuestra vida no puede esperar» para reprobar la gestión sanitaria desarrollada por la Administración autonómica en el protocolo de detección precoz de esta tipología oncológica, donde 2.000 mujeres no fueron avisadas hasta pasados meses e incluso un año de que sus primeras mamografías presentaban indicios «sospechosos» o «casi contundentes» de responder a la patología, especialmente en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Lideradas por la Asociación contra el Cáncer de Mama de la propia provincia sevillana, Amama Sevilla, la que destapó la grave negligencia del ente público andaluz, las y los manifestantes reclamaron una sanidad pública que «no ponga en riesgo vidas por una mala gestión» y pidieron la «dimisión» inmediata del máximo dirigente de la comunidad, Juanma Moreno.
Vídeo: @ClaraGrima, en X.
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).




