El instante desde el que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) dio orden a los empleados públicos del órgano sanitario de que se dejasen de informar a las mujeres del resultado de sus mamografías se extienden aún más en el tiempo, concretamente hasta abril de 2021, cuando aún era consejero el actual presidente del Parlamento de Andalucía, el dirigente del Partido Popular, Jesús Aguirre.
Testimonios consultados por La Ser y el diario El País así lo han ratificado, asegurando que existió una orden, al menos, verbal, a los trabajadores del ente público de uno de los centros dependientes del Hospital Virgen del Rocío, el que contempla la gran mayoría de los negligentes casos de desinformación a mujeres andaluzas de que presentaban en sus primeras pruebas diagnósticas indicios «sospechosos» o «casi contundentes», de aletargar el proceso de notificación de estas sospechas a las afectadas.
Según el testimonio de estos profesionales de la administración pública, estos mismos fueron informados de que desde ese momento sería el mismo Hospital sevillano el que se haría responsable de comunicar con los pacientes, pasando a estar informatizado por la empresa NTT Data, una entidad japonesa que sería «quien lo haría» de forma automatizada, pero no lo hacía. Paradójicamente, el presidente de esta empresa, que ahora está en el centro de la cuestión fue, hasta abril de 2024, el exministro de Defensa del PP con José María Aznar, Eduardo Serra.
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Foto: Fundación Consejo España Japón.
Cabe recordar que este domingo pasada, una marea rosa de 8.500 andaluzas y andaluces, según cifras de la Subdelegación del Gobierno, se dieron cita frente a la sede de la presidencia de la Junta de Andalucía, el Palacio de San Telmo, para clamar precisamente contra este escándalo perpetrado por el Gobierno de Moreno en el cribado del cáncer de mama en Andalucía.
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).




