Un nuevo caso de pederastia ha vuelto a salpicar a la Iglesia Católica y a la Conferencia Episcopal española. El señalado, en esta ocasión, es el actual obispo de Cádiz, Rafael Zornoza, quien según el testimonio de la víctima, abusó sexualmente de forma continuada de este cuando todavía era menor, entre los 14 y los 18 años (extendiéndose estas infames prácticas hasta los 21 años, ya cuando era mayor de edad).
Según la carta-denuncia que la presunta víctima envió este pasado verano al Dicasterio de la Fe de la Curia Romana, un hecho que ha propiciado la apertura de la actual investigación por parte del Vaticano (que tiene acorralado a Zornoza), el prelado llevó al damnificado a una terapia de conversión para «curar su homosexualidad», algo que, sin embargo, no contravino que este se metiese «todas las noches y las mañanas» en la cama del entonces adolescente, donde le «acariciaba y besaba».
El afectado, que reconoce que en ese momento «la parálisis me controlaba» se quejó en repetidas ocasiones de lo que hacía Zornoza, según confiesa, pero este le aseguraba en todo momento que era «una amistad íntima» y que la «malinterpretaba».

Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).




