Centenares de ‘minipisos’ de 35, 40 o 45 metros cuadrados a precio asequible (similar al de una habitación en un piso compartido) y solo de forma temporal, durante un período máximo de siete años. Esa es la polémica propuesta del Ayuntamiento de Málaga y de su alcalde, Paco de la Torre (PP), para facilitar el acceso «para personas que viven solas o matrimonios con no más de un hijo y para gente que está en el inicio de su vida profesional o de su vida familiar. Es decir, especialmente para jóvenes.
En la iniciativa, la «última ocurrencia» del PP en la capital malagueña y que abocaría a la juventud a reducir sus expectativas domiciliares dignas a «cuchitriles de 35 metros cuadrados» (como no han titubeado en calificarla grupos de la oposición como PSOE e Izquierda Unida), ya trabaja el Consistorio costasoleño con el objetivo de poner en marcha promociones de viviendas con estas características sobre suelo destinado inicialmente a equipamientos.
«Serían pisos para que gente joven pudiera tener una vivienda barata, muy barata, para que su economía vaya fortaleciéndose para posteriormente tener una vivienda más cara y más grande para después pasar a la compra», afirmaba este jueves 8 de abril el propio De la Torre al avanzar la idea ante los medios de comunicación durante la visita a las obras de las 530 viviendas protegidas en alquiler que promueven el Ayuntamiento y Lagoom Living en el distrito Universidad.
La que pretende el primer edil malacitano que sea una de las medidas residenciales ‘estrella’ en el municipio ha sido catalogada, asimismo, por otras formaciones municipales como Podemos como «vergonzosa», por su elusión por completo de un abordaje integral del problema de inaccesibilidad a la vivienda en la localidad malacitana, azotada de lleno por la especulación inmobiliaria o la proliferación sin coto de pisos turísticos en la que vive inmersa.

Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).