En plena ola de calor y con temperaturas superiores a los cuarenta grados se ha abierto un nuevo debate en la ciudad de Sevilla: ¿Faltan piscinas públicas en la ciudad? La capital andaluza cuenta actualmente con cuatro piscinas públicas, las de Rochelambert, Torreblanca, Alcosa y Tiro de Línea. Estas piscinas tienen un aforo máximo para garantizar su seguridad, con un total de 1.070 plazas entre las cuatro instalaciones para una ciudad que supera el medio millón de habitantes.
La función de las piscinas públicas no es otra que la de servir de ‘oasis’ para muchos ciudadanos que no pueden permitirse viajar a la playa, tener piscina privada o en su propio bloque de pisos o urbanización. En una ciudad que se ‘vacía’ en los meses de calor a causa de las altas temperaturas, la respuesta de la Administración pública para el ‘confort’ de la ciudadanía es insuficiente. Si tenemos en cuenta que las piscinas públicas cubren un aforo de apenas 1.070 plazas, y la ciudad cuenta con 684.000 habitantes, Sevilla tiene una piscina pública por cada 171.000 habitantes.
La última vez que el Ayuntamiento realizó alguna intervención para la mejora de estos servicios fue en 2018, cuando se renovó la piscina pública del Tiro de Línea. Hay una piscina que lleva en la fase de ‘proyecto’ desde 2021, la que se ubicaría en el Polígono Sur. Sin embargo, el portavoz del grupo Podemos-IU en el Ayuntamiento de Sevilla, Ismael Sánchez, denunció el pasado 15 de mayo que el Consistorio había suspendido las actuaciones para construir la piscina para dedicarlo a otros asuntos.
Concretamente, Sánchez denunció que en el consejo de gobierno del Instituto Municipal de Deportes (IMD) se aprobó, con el voto en contra del concejal de izquierdas, una modificación presupuestaria del Ejecutivo local del popular José Luis Sanz por importe de 2,4 millones de euros para financiar un proyecto de «edificios sostenibles» en centros deportivos municipales, a costa de «la cancelación de actuaciones necesarias y comprometidas en ejercicios anteriores, como la piscina en el Polígono Sur, una demanda histórica que vuelve a quedar en el cajón», denunciaba Sánchez.
En Barcelona, que cuenta con hasta 50 piscinas públicas, la ola de calor sufrida a final de mayo de este año provocó que muchas familias levaran a sus hijos al Parque de las Glòries para combatir la calor. Esta zona cuenta con ‘espejos de agua’, una suerte de fuente en el que los niños y niñas que se desplazaban a este entorno se sumergían para paliar la calor. Fue tal el fenómeno que incluso el propio Consistorio llegó a advertir sanciones a las familias que permitieran a sus hijos refrescarse en este entorno.

Periodista todoterreno especializado en comunicación política. Tratando de interpretar la actualidad con la mirada puesta en el sur.
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Codirector de Espacio Andaluz.