Cristian López DomínguezSi Odoacro, rey de los hérulos, derrocó al último emperador romano, Rómulo Augústulo, el 4 de septiembre del año 476, marcando el fin del Imperio Romano como era conocido hasta entonces y tumbando al su escisión occidental, el arte y el patrimonio cultural, artística y humano que atesora Andalucía hizo rendirse a sus pies a la mismísima capital italiana y de la cristiandad este pasado sábado 17 de mayo, durante el Jubileo de las Cofradías 2025, que reúne a hermandades de todo el mundo cada 25 años en la ciudad latina.
Dos de las imágenes más icónicas de la Semana Santa andaluza, el Cristo de la Expiración, de la hermandad sevillana de El Cachorro, y la Virgen de la Esperanza, de la cofradía malagueña del Paso y la Esperanza, que tuvieron el privilegio de representar al incalculable número de hermandades y cofradías que posee Andalucía a lo largo y ancho de su geografía, quienes espiritualmente también estaban acompañando a estos titulares cristíferos y marianos por las calles de Roma, pusieron en valor más que nunca el profundo arraigo que la tradición cofradiera tiene en la comunidad, la que, sin duda alguna, vive con mayor pasión, devoción y dedicación esta fiesta.
Con un respaldo importantísimo de fieles, hermanos, seguidores y autoridades llegadas de todo el territorio andaluz, especialmente, de Málaga y Sevilla, los pasos de ambas imágenes, en un día jubilar repleto de júbilo (valga el juego de palabras) recorrieron puntos emblemáticos de la ciudad de Roma como la Vía Claudia, la Vía dei Cerchi, la Via di San Gregorio o la Piazza di Porta Capena hasta poner pie en afamados monumentos romanos como el propio Coliseo o el Circo Massimo, dejando estampas que, indudablemente, ya son parte de la historia procesional andaluza.
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Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).
