Los sucesos acaecidos en los últimos días, relativos al informe de la UCO que desvela las artimañas de Santos Cerdán, Koldo y Ábalos para llevarse comisiones ilegales y orquestar tramas corruptas, ha elevado -aún más si cabe- el tono y la beligerancia con el que la derecha actúa, política y socialmente. Aireados por los dirigentes políticos de PP y Vox, entre otros, decenas de manifestantes de extrema derecha se han vuelto a congregar en la sede del PSOE para pedir la dimisión del presidente del Gobierno.
Entre insultos y amenazas, el periodista de RTVE, Gabriel López, se trasladó a Ferraz para contar lo que estaba ocurriendo con un micrófono identificativo de la televisión para la que trabaja, TVE. Los manifestantes, alienados con las teorías de la conspiración de los grupos de ultraderecha y con los modales de los intolerantes, increparon, vejaron e impidieron realizar su trabajo al periodista de la cadena pública, que tuvo que soportar la intromisión de hasta uno de ellos en la cámara mientras gritaba : «traidores».
El carácter de estas manifestaciones legítimas contra el Gobierno queda totalmente mancillado por el comportamiento de la mayoría de sus componentes, que más allá de estar lejos de una postura crítica con el Gobierno, simplemente están movidos por el odio y la irracionalidad que se respira en distintos y múltiples canales de la extrema derecha. De ahí que impidan a un trabajador de la cadena pública informar correctamente, porque erróneamente lo califican como un ‘servidor del Gobierno’.
Mientras estas asociaciones burdas y simples no ocurren con otras televisiones públicas, como Canal Sur o Telemadrid, por ejemplo, dos cadenas que están tomadas por el poder en ambas comunidades, Andalucía y Madrid, la ultraderecha avanza implacablemente, bajo el manto de sus brazos políticos, en el discurso falaz de identificar a estos trabajadores como manipuladores, traidores o altavoces del Gobierno.
Estas interpretaciones malintencionadas y promovidas desde la oposición política no solo suponen un grave peligro para la democracia sino para los profesionales que ejercen la labor periodística, que tienen que sufrir mientras trabajan la presión, insultos e increpancias de acosadores.

Periodista todoterreno especializado en comunicación política. Tratando de interpretar la actualidad con la mirada puesta en el sur.
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Codirector de Espacio Andaluz.