«Yo no puedo contestarle a mi amiga en un comentario que me deje ‘Jaja, qué boba'», pero, sin embargo me pueden decir estas lindezas por mensaje privado: ‘ojalá te viol..’ o ‘puta follamor…'». Por sorprendente que parezca, esta es la realidad de muchísimas mujeres en las redes sociales, especialmente aquellas que suben contenido o se encuentran en primera línea de la vida política y/o social, son activistas (feminismo, migración, progresismo..). Tampoco es necesario que se expongan mucho a las audiencias de estas plataformas para ser víctima de estos comentarios y mensajes.
Dosis infinitas de violencia machista que, sin embargo, son blanqueadas bajo el hándicap de no atentar contra el catálogo normativo de redes como Tik Tok e Instagram, cuando, por el contrario, otra tantas cuestiones -entre ellas, las partes íntimas de una mujer- son censuradas. ¿La culpa de ello? Las incomprensibles políticas comunitarias de estas ‘social media’. Las declaraciones citadas a comienzo de este artículo pertenecen a una jjoven usuaria de Tik Tok (@requete23), quien precisamente reportaba esta inexplicable dinámica tras haber sufrido mensajes vejatorios por sus privados. Una denuncia que se ha hecho viral en esta plataforma tras sumar más de 9.704 ‘likes’ y más de 138.200 reproducciones.
@requete23, en Tik Tok

Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).