Los graves recortes sanitarios y la deteriorada respuesta asistencial siguen cobrándose vidas en Andalucía. Durante el día de ayer, el dueño de un bar en la localidad gaditana de Jerez de la Frontera falleció tras sufrir un infarto y ver cómo la ambulancia que tenía que asistirlo demoraba durante más de una hora su llegada al recinto hostelero.
El empresario, propietario del bar Ministro y que sufrió una parada cardíaca mientras se encontraba trabajando, fue asistido por dos guardias municipales que se acercaron rápidamente al lugar de los hechos y que practicaron la técnica del masa cardíaco para evitar que el corazón del afectado se parase definitivamente. Estos agentes solicitaron en numerosas ocasiones la llegada de la mencionada ambulancia, pero, según revelaron testigos presenciales a La Voz del Sur, pero, sin embargo, fueron notificados de que «no había y que tenía que venir desde Sanlúcar». Al llegar, una hora más tarde del trágico suceso, los sanitarios solo pudieron certificar la muerte del hombre.
Paradójicamente, el terrible hecho no es inédito en la localidad gaditana. Manuel Cazorla, presidente de la Federación de Vecinos Solidaridad, confesó al diario local y autonómico que «no es la primera vez que esto pasa en Jerez», puesto que en La Milagrosa «también ocurrió con otra persona que se había desmayado en la calle y estaban diciendo que no había ambulancias».
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).
