«1 año, 1 mes y 11 días después…he vuelto a los escenarios». Con estas emotivas palabras anunciaba su regreso a las tablas el polifacético presentador, director y comediante andaluz Manu Sánchez tras superar con éxito un cáncer testicular con metástasis en los ganglios que le diagnosticaron en abril de 2023. Un duro camino en el que tuvo que llegar a sobreponerse incluso a la más trágicas de las máximas posibles, la de «aceptar» su propia muerte, como él mismo reconocía.
La delicada travesía por los sombríos lares de una enfermedad como el cáncer, que fue tratada por la sanidad pública, a cuyos sanitarios y sanitarias ha agradecido públicamente en multitud de ocasiones la labor y atención que le dispensaron durante esos difíciles meses, le ha hecho ser más consciente, si cabe, de lo necesario de otorgar «más recursos» y más medios» al sistema sanitario público y, particularmente, a la lucha contra el cáncer.
El también actor y productor, andalucista reconocido, siempre ha sido, además, un claro defensor de la extrema importancia de los servicios públicos para una sociedad próspera y en igualdad de oportunidades, algo que volvió a demostrar -y con más razón aún-, precisamente, tras conocer a Estefanía García Guerrero, una científica andaluza, también premiada, como él, con la Medalla de Sevilla, entregadas el pasado 30 de mayo.
García, biotecnóloga y una de las investigadoras de su generación más reconocidas de Andalucía, dirige un grupo de investigación en el Instituto de Biomedicina de Sevilla que trabaja en la lucha contra el cáncer, concretamente, en la nueva terapia CARTemis-1 contra linfomas y mielomas múltiples que acaba de autorizar la Agencia Española del Medicamento. Esta sevillana, de 36 años, confesó en una entrevista para ABC que sus padres eran «camareros» y que pudo estudiar y, por ende, conseguir convertirse en lo que es hoy día «gracias a las becas» que recibió para ello -más allá del incansable trabajo que aglutina a sus espaldas-.
Al advertir la historia de esta célebre científica andaluza, el «juntaletras» nazareno -como también se autodefine en sus redes- no solo no tardó en hacer un alegato en favor de más recursos económicos al sistema público porque «más dinero son más becas» y, por consiguiente, «más investigación», sino que, atendiendo al ejemplo claro de ascensor social de la biotecnóloga sevillana, también apeló por que haya así «más igualdad de oportunidades», «más justicia social», que «ninguna mente brillante [como la de la investigadora] se quede atrás por no tener dinero para estudiar» y «más reparto de las riquezas», alcanzando pues «más beneficio para la sociedad. Sánchez terminaba felicitándola y calificándola de «brava» en su texto de la red social ‘X’.
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).