Inauguración La Perra Andaluza en Barcelona
Inauguración La Perra Andaluza en Barcelona

Barcelona acoge una nueva casa para los andaluces en la diáspora: La Perra Andaluza empieza a ladrar 

10 Jun, 2025 · 08:53h

El pasado 1 de junio la ciudad de Barcelona estaba de enhorabuena. Una nueva casa se inauguraba para todos los andaluces y andaluzas que se encuentran viviendo fuera de su tierra, fruto de la nueva diáspora que sufre nuestra comunidad. El talento joven andaluz que ha tenido que marchar en busca de nuevas oportunidades tendrá, a partir de este momento, un nuevo refugio al que acudir cuando añore sus amigos, tradiciones, acento o cualesquiera de sus verdiblancos recuerdos, así como cuando necesite ayuda o apoyo de una incipiente comunidad; y ese lugar es La Perra Andaluza.

Barcelona se levantó el 1 de junio con un color poco habitual. La ciudad reverdecía y las temperaturas aumentaban. Todo, para parecerse lo máximo posible a estos días previos a verano en los que el tiempo pasa entre los primeros sudores y sin darnos cuenta. La culpable no podía ser otra: La Perra Andaluza. La nueva Peña que nace en la capital de Cataluña pudo festejar apropiadamente la inauguración del local, con un vaso de gazpacho en la mano de los asistentes “pa’ pasar la calor”. Mientras, de fondo sonaban los nuevos grupos referentes de los ‘andaluces Z’, como La Plazuela o Califato ¾, interrumpidos por otros grupos como Triana, otrora referente cultural de una primera ‘generación’ de andalucistas marcados hondamente por el exilio y cuyo legado aún nos despierta el dolor de una Andalucía que no termina de superar el lamento.

La sala abarrotada por más de 200 personas contaba con ventiladores, pero, según relatan desde la Peña, aquel día los asistentes se pusieron de acuerdo para domar la brisa con sus abanicos al “ritmo de seguidillas”. La Perra se define como “una comunidad que conecta lo andaluz y lo catalán, que forma parte del tejido social y asociativo” cuya alma está marcada por un sentimiento que lucha porque “la nostalgia no se quede en el pecho, sino que se nos vuelva motor; donde la precariedad no nos aísle, sino que nos junte; donde podamos convertir todo lo que nos pasa en algo que nos mueva”.

La nueva peña pretende seguir las huellas de las fiestas “Arrejuntaera” que se celebraban en Can Batlló hace años, en el marco del 4 de diciembre, y por eso invitaron a Ana Burgos, una de sus promotoras. Burgos contó de dónde surgió esa iniciativa y todo lo que vivieron en esos eventos de tintes andalucistas, mientras el público asumía su legado como una brújula de esa Andalucía rebelde, feminista y antirracista, que se abrió paso en Barcelona a fuerza de militancia y alegría. 

Algunos de los más jóvenes que constituyen la nueva peña andaluza en Barcelona hablaron de lo difícil que es a veces encontrar un lugar donde encajar cuando “vienes con una historia migrante a cuestas”. De cómo, aunque Andalucía sigue siendo raíz, muchos espacios en Barcelona les resultan “ajenos, lejanos”: “Hasta que no nos sentamos en aquella primera mesa, no sentimos que teníamos permiso para imaginar algo propio. Desde entonces, todo ha sido impulso comunitario. Desde ahí construimos”.

Dani Ruiz, un “referente clave” en la ciudad por visibilizar la cultura ‘xarnega’ y la vida popular, habló de la urgencia de tejer desde abajo: “Barcelona son sus barrios. Sin sus vecinas, sin sus luchas, no hay ciudad que valga”. A su lado, Judit Vela sumó “cuerpo y memoria”. Habló del desarraigo tras el desplazamiento de su familia desde Galicia, Extremadura y Andalucía, de crecer en la periferia y de cómo se nos exige renunciar a lo que somos para ser aceptados. “Quiero hablar de mi identidad porque hablar de ella es memoria, es reparación». La Perra insiste en que lo identitario no es trinchera, sino raíz; y que la periferia también piensa, también sueña, también construye futuro”.

La asamblea abierta fue ese momento en que la plaza respiró hondo y dejó hablar, expresa la Perra, destacando ese momento de ‘ágora’ en el que surgieron propuestas como ‘brotes en primavera’: “grupos de apoyo, bienvenidas que abren los brazos y despedidas que no duelen tanto. El club de lectura como refugio, el sexilio nombrado sin miedo”.

Gente que vuelve, gente que llega, gente que no se quiere ir sin dejar una semilla. Y entre intervenciones, alguien murmuró sobre lo importante que es acompañar la llegada y suavizar la partida. “Porque marcharse de casa ya es bastante duro para que encima te sientas sola cuando llegas”, enfatizan desde esta nueva comunidad andaluza.

La nueva peña andaluza en Barcelona ha destacado, sobre todo, la “ilusión” que sobresalía entre los ‘xarnegos’, aplacando el peso del precipitado sol veraniego con cada propuesta. La Perra se ha marcado construir una comunidad que no solo sea recuerdo, nostalgia, sino que nace con una premisa clara: “Ser de aquí y de allá no es una contradicción, sino una ventaja. Y que mientras existan espacios así, no habrá distancia que nos desenraíce del rodo”.

Y entre un bingo musical, villancicos de Canal Sur fuera de temporada y unas bulerías de David Bisbal que hicieron saltar los abanicos se encendió algo. Una chispa. Un ladrido colectivo. Que solo acaba de empezar

No te pierdas