CEIP Borbolla (Sevilla)

Susto en un colegio público sevillano: una rata ataca a un alumno

Importante susto el que sufrieron el pasado viernes alumnos, alumnas y docentes de un colegio público de la capital sevillana. En una jornada marcada por la lluvia, las intensas precipitaciones registradas en la ciudad provocaron que numerosos roedores salieran de las arquetas cercanas. Esta circunstancia propició que en el CEIP Borbolla, localizado en el barrio de Nervión y que cumple cien años de su inauguración, dos ratas se colasen en el colegio, para sobresalto de los estudiantes, y que una de ellas atacase a un alumno.

Si bien la mayoría de alumnos se asustaron al verla, este menor, según narra a Diario de Sevilla la propia directora del Borbolla, Norma Mora, decidió coger el roedor y este «se defendió». La rata no llegó a morder al menor», sino que «solo le dio un pequeño golpe», asegura la rectora, quien detalla que el niño inmediatamente trasladado al centro de salud más cercano, «donde no fue necesario vacunarlo, ya que la rata no le penetró la piel ni sufría heridas».

La preocupación por la aparición de estas ratas ha llegado hasta tal punto que la cuestión ha sido tratada en el último consejo escolar del centro. La presencia de estos animales se ha hecho, no obstante, habitual en el enclave nervionense, donde se encuentra el centro educativo. Pese a que la propia Mora ha respondido al «alarmismo» que se ha creado entre las madres y padres con hijos en el colegio, afirmando que «ha sido algo puntual», son varias las familias que se muestran «preocupadas» tras lo sucedido.

Lo cierto, además, es que no es la primera vez que desde este CEIP se lucha contra la presencia de roedores. Semanas atrás, precisamente, según desvela la propia directora, los servicios municipales tuvieron que tomar medidas ante «la sospecha de la presencia de estos animales, al haber aparecido excrementos propios de ellos». De este modo, se colocaron varias trampillas con comida y se empleó espuma especial, todo ello, ahora bien, consignado en el cuarto de la calefacción «y bajo llave», para que ningún menor pudiera acceder.

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