El Ayuntamiento de Sevilla (PP) concederá durante los próximos tres años un total de un millón de euros (1.039.431 euros) a la iglesia de San Jacinto, recinto en el que estaba ubicado el histórico ficus de 111 años de vida, antes de ser definitivamente talado hace menos de un mes arguyendo que el ejemplar arbóreo estaba «muerto» y que suponía un presunto «riesgo» para la ciudadanía con la altura que tenía (una afirmación de dudosa veracidad, puesto que las labores de tala que le fueron realizadas dejó ver una madera maciza y en perfecto estado).
Esta concesión económica millonaria, que será destinada a la restauración del templo eclesiástico, deteriorado estructuralmente por el crecimiento de las raíces del árbol, puesto que el proyecto de intervención detalla que el ficus provocó grietas en la bóveda principal y fisuras inclinadas en los muros de la zona del coro, induce a pensar posibles responsabilidades directas por parte de la corporación dominica (Orden de Predicadores), la titular de la iglesia, o del párroco (acusado por la concejala de Podemos en Sevilla, Susana Hornillo, de «no respetar ni a sus propios vecinos y vecinas en este sentido) para que fuese talado desde un primer momento en 2022, bajo la dirección, en ese momento del anterior gobierno sevillano, el del PSOE de Antonio Muñoz.
El plan de rehabilitación de la iglesia, que ahora se sabe que fue firmado pocos meses después de llegar el actual alcalde al Consistorio hispalense, el popular José Luis Sanz (según ha desvelado El Diario de Sevilla), comprende el levantamiento de todo el suelo de la iglesia para quitar las raíces que habían puesto en riesgo la estabilidad del complejo, como redactó el arquitecto Miguel Ángel López.
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Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).




