banderas andaluzas fuerza nueva sevilla 4 diciembre 1977

Así increparon sevillanos y sevillanas el 4-D de 1977 a «fascistas» de Fuerza Nueva que portaban banderas de España: «¡Solo queremos banderas andaluzas!»

Durante el icónico 4 de diciembre de 1977, una de las fechas más importantes del andalucismo histórico, un millón y medio de andaluces y andaluzas salieron a las calles de las ocho capitales provinciales para exigir al Estado español un «estatuto de autonomía» que reconociese la singularidad como ‘nacionalidad histórica’ de Andalucía. Una emblemática jornada en la que por primera -y única vez-, las calles y balcones de Andalucía se engalanaron exclusivamente de arbonaidas -banderas andaluzas-. 

La arbonaida, ilegalizada hasta la fecha, aglutinó, como símbolo identificador, todo el ímpetu movilizador de la población andaluza en torno a su propia autoconcepción como pueblo. Tanto fue así que en numerosas manifestaciones, como la de Sevilla, la bandera española fue retirada inmediatamente de edificios puntuales del enclave en el que se concentraban las protestas y fueron increpados aquellos y aquellas afines al régimen español y centralista que se dieron cita con ella buscando enfrentamiento y pleito contra los cientos de miles de andaluces que marchaban pacíficamente y con espíritu reivindicativo. La rojigualda no era aquel día -y durante el que podríamos llamar como sexenio autonomista (1977-1982)-, del agrado de los y las manifestantes, ante todo el perjuicio que representaba y había supuesto para Andalucía el régimen franquista-.

Precisamente, en la capital hispalense, donde la multitud, 350.000 sevillanos y sevillanas, llenó a lo largo y ancho la céntrica Avenida de la Constitución -y lugares anexos, como la Plaza Nueva o la Plaza de San Francisco-, un grupo de «fascistas» -como los identificó y tildó la muchedumbre- pertenecientes a la extinta agrupación de extrema derecha Fuerza Nueva (disuelta en 1982) hizo ondear en el conocido edificio La Adriática -un proyecto del emblemático arquitecto sevillano José Espiau y Muñoz- una bandera española de gran tamaño con el lema “Viva Andalucía Española”.

La algarabía andalucista comenzó entonces a clamar por que fuese apartada dicha insignia del balcón al grito de «¡Que la quiten! ¡Solo queremos banderas andaluzas». Ante la negativa a que fuese retirada, los asistentes empezaron a instaron a los individuos que se encontraban en el mismo balcón, alrededor de la bandera, a que bajasen a la calle: “Fascistas, mam…, bajad de los balcones”, exhortaban.

El revuelo condujo a que la Policía Armada, condescendiente ante las provocaciones del grupo de sujetos ultraderechistas, se arrancasen a cargar contra el gentío mayoritario recurriendo para ello sin escrúpulos a botes de humo, balas de goma y porras.

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