ESPACIO 1

Nuevo capítulo de andalufobia en redes: la creadora de contenido jerezana Sandra Morales es objeto de críticas por su acento

Hace unos días la historiadora del arte y creadora de contenido jerezana, Sandra Moruiz, estrenaba sección en un programa de La 2, El Condensador de Fluzo, que presenta Maya Pixelskaya. Y, como imagino todos sabéis, hubo polémica. ¿Por qué? No precisamente porque lo que divulgara Sandra estuviera incorrecto, inexacto, diera un dato que no se corresponde con la realidad… no, no. Nada de eso. Fue porque, oh, sorpresa, hablaba en andaluz; pero más allá, ceceaba.

Las redes, que nunca sociales, se llenaron de odio en un abrir y cerrar los ojos porque no se entendía a Sandra.

Lo que me temo es que estamos ante un evidente caso de Andalufobia, señor Holmes. Evidentemente. ¿Qué ocurre?, que como las críticas están construidas en base a prejuicios irracionales, las críticas tampoco tienen mucho sentido. Y lo que molesta no es que hable en andaluz, sino que hable en andaluz en un registro más allá del humor o el servil: el cultural.

Ahí reside parte del odio vertido, en la andalufobia, en pensar que un andaluz no puede estar “divulgando”, sobre temas culturales, en este caso, o en cualquier otro. Fíjate que sí nos entienden cuando en todas las series los sirvientes, las amas de casa, los chóferes, los ladrones, y un largo etcétera, son andaluces. Ah, pero cuando una chavala de jerez habla de historia del arte ceceando, todo está mal.

Pero más allá de andalufobia, que también, esto responde también a la aporofobia. El relacionar el acento andaluz, en este caso, a la pobreza, y de la repulsa que se tiene a ella, y con la que se relaciona a Andalucía. Un claro ejemplo es la propia gente de Jerez -y otras provincias andaluzas- que ha salido diciendo que allí no se habla como habla Sandra, acomplejados ante que su colonizador, el castellano, piense que ellos son como los demás, cuando realmente quieren ser como sus conquistados. Síndrome del colonizado, se llama eso.

La campaña de odio contra Sandra es una campaña de odio contra el andaluz, sobre todo contra el andaluz que se rebela, que no es cómplice, del que es fiel a su identidad, cultura y tradición. La campaña de odio a Sandra lleva implícito un mensaje cargado de prejuicios y órdenes que redundan en la incultura de nuestro pueblo, la burla hacia este y su negación más allá de la mera burla o entretenimiento.

Y, ante esto, lo más revolucionario que podemos hacer es hablar bien, hablar en andaluz.

No te pierdas