Cristian López DomínguezEl Gobierno andaluz volvió a ‘derramar’ sangre animal, concretamente, taurina, sobre los mármoles barrocos y los azulejos regionalistas del Palacio de San Telmo sevillano, sede de la presidencia de la Junta de Andalucía. El Ejecutivo autonómico, con su máximo dirigente, Juanma Moreno, a la cabeza, hizo entrega por segundo año consecutivo de los premios andaluces de la tauromaquia, una actividad ya anacrónica que vive agonizando entre mínimos históricos absolutos en cuanto a asistencia a las plazas de toros de Andalucía y de toda España.
Fue en febrero del pasado curso cuando Moreno y el PP andaluz decidieron establecer numerosos galardones en torno al toreo, a tenor, aseguraba el propio líder de los populares andaluces, de la tauromaquia como «expresión de las raíces, cultura y esencia en Andalucía». Una decisión política, ideológica y moral completamente opuesta a la que meses después tomaría el actual ministro de Cultura, Ernest Urtasun (Sumar), al anunciar, en mayo de dicho curso, la supresión del Premio Nacional de Tauromaquia, como producto del «fiel reflejo de las valoraciones y sentimientos de la sociedad española», cuya preocupación por el bienestar animal «ha ido aumentando».
Urtasen añadió también como argumento, precisamente, el declive que padece actualmente la actividad taurina en España, puesto que «la asistencia a los espectáculos taurinos» se situó, según los datos del período 2021-2022, «solamente en el 1,9 % de la población». De hecho, en 2023, el número de espectadores de este tipo de festejos cayó por debajo del millón por primera vez en décadas.
Durante la entrega de premios, organizado por el propio ente público andaluz, el presidente andaluz, acérrimo amante del toreo (se le ha visto en numerosas ocasiones asistiendo públicamente a recintos como el de la Maestranza sevillana), aseveró que «en Andalucía la tauromaquia está en su casa, es comprendida, querida y respetada», y que «el mundo del toro tiene todo el apoyo, el estímulo y el impulso del Gobierno andaluz».
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).
