Sindicato Médico Andaluz
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Los ‘meses negros’ de la sanidad en Málaga que pone sobre aviso el grave deterioro sanitario en la provincia

24 Jun, 2025 · 16:57h

Chinches, pulgas, pacientes que comparten habitación con fallecidos durante horas, falta de profesionales sanitarios que provocan que alumnas de enfermería se queden a cargo de toda una planta o que una auxiliar de enfermería tenga que hacerse cargo del trabajo y supervisión de quirófanos de urgencias y emergencias, cierre de camas o suspensión de operaciones, son algunos de los escándalos que estos últimos meses han protagonizado las páginas de periódicos alertando sobre la grave situación que vive la sanidad en Andalucía y, concretamente, en Málaga.

La sanidad y su gestión pública están siendo uno de los temas más controvertidos en la legislatura de Juanma Moreno. Los sucesivos escándalos por la trama de la adjudicación de los contratos menores a empresas privadas, las alertas de los sindicatos sanitarios de la disminución de la inversión económica, el desvío de pacientes a clínicas privas, entre otras múltiples cuestiones, ha llegado a convocar a 100.000 personas -según sindicatos- en las movilizaciones sanitarias del pasado abril en la capital andaluza.

Si bien es cierto que todas las provincias ‘sufren’ en mayor o menor medida los recortes impuestos desde la Administración popular, Málaga ha sido protagonista reiteradamente de los periódicos durante los últimos meses por los sucesivos hechos que se han producido en el Regional -principalmente- y en otros hospitales de la provincia.

A principios de mes, el día 5 de junio, los sindicatos denunciaban que el Hospital Clínico de Málaga empezaba a trasladar pacientes a otro hospital, el Guadalhorce, así como a agilizar las altas para liberar camas y aligerar la saturación que existía en urgencias, debido a la saturación que sufría. «Hay pacientes que, en estado crítico, permanecen en camillas sin los cuidados adecuados ni el entorno digno que toda persona merece en un momento de extrema vulnerabilidad», reclamaban en un comunicado.

Tan solo un día después CSIF alertó que la falta de profesionales, en este caso celadores, estaba obligando a pacientes del Hospital Valle del Guadalhorce en Cártama a «compartir durante horas habitación con fallecidos».

El 19 de mayo, de nuevo Satse alertó de que la escasez de personal en el Hospital Regional de Málaga había provocado que una estudiante de segundo de enfermería se quedara sola en toda la unidad de Digestivo en el hospital. La unidad, con 29 camas, está dotada con tres enfermeras por turno, que se ocupan de los pacientes que van a ser trasplantados y también del servicio de endoscopias de urgencia de toda la población mayor de 14 años de la provincia.

Unos días antes, el 8 de mayo, el sindicato de enfermeras alertaba de una «plaga de insectos» en Cardiología del Hospital Regional. Esta denuncia se producía después de que los profesionales hubieran remitido «picaduras» durante la última semana y todo apuntaba a una plaga de chinches. También Satse explicaba que hasta un paciente había trasladado que había visto «lo que podían ser pulgas» en su almohada. En total, hubo cinco profesionales afectados, todos enfermeros y auxiliares de enfermería. Desde el centro sanitario aseguraron que contrataron una empresa de desinsectación que inspeccionó la zona y no halló nada.

Estos hechos, sumados a la dimisión del director médico del Hospital Cínico de Málaga apenas 14 meses después de asumir su cargo, deja en evidencia que la provincia sufre un fuerte desgaste en este esencial servicio público, que acaba revirtiendo en que la sanidad privada ostente el 40% de las camas de hospital de la provincia.

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