Entre la patronal de empresarios del metal de Cádiz existe cada vez más nerviosismo ante la continuidad aún de la huelga de trabajadores del sector, secundada todavía por hasta 3.000 metaleros que buscan un convenio laboral digno, pese a que la lucha ha sumado ya su undécima jornada este jueves 3 de julio. Tanta incomodidad que ya empieza a perder los papeles.
La organización que aglutina a las empresas del metal en la provincia de Cádiz parece que pensaba que los acuerdos suscritos con la que los profesionales del metal han calificado de «burocracia sindical» (materializada especialmente en UGT, pero también en CCOO), servirían para apaciguar la voluntad de cambio en las condiciones laborales de los metaleros (convenio, pluses, jornada diaria de trabajo, no horas extras o vigencia de un acuerdo que no se extienda a 8 años en el tiempo hipotecando el presente y futuro de estos trabajadores). Pero, catalogados por sindicatos y obreros del «peor convenio de los últimos 40 años» (el primero) y «malísimo» (el segundo), no parece que vayan a detener a, como mínimo, los tres millares de empleados que siguen protestando.
La prueba irrefutable de esta ansiedad creciente entre la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Cádiz, la ha evidenciado el comunicado de prensa que hizo público durante el día de ayer la propia Femca. En él, la patronal acusaba de violentos a los metaleros aún sin reincoporarse a sus puestos, denunciando «graves episodios de violencia contra trabajadores» que, por el contrario, deseaban continuar con su actividad laboral, en una cita convocada por CGT-A: «Han sido agredidos, señalados públicamente en listas, amenazados en sus domicilios, les han apedreado los coches y les han pinchado las ruedas, para impedir que ejerzan su derecho fundamental al trabajo», describían.
En declaraciones de su actual secretario general, José Muñoz, la patronal del metal llegaba a señalar en el texto que la actual es «una huelga ideológica alentada por una minoría sin representatividad», llegando a atacar, sin decir sus nombres, a grupos políticos como Adelante Andalucía o Podemos por haberla «respaldado con intervenciones políticas profundamente irresponsables y mal informadas».
Por último, esgrimía haber llegado la situación «a un punto límite», amenazando con el no descarte de recurrir al «cierre patronal» en caso de que «no cese» la «violencia» y advirtiendo que «algunas empresas han comenzado ya a estudiar medidas legales para proteger su integridad y la continuidad de su actividad»

Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).