Cristian López DomínguezJuanma Moreno y su equipo dieron un recital en la localidad sevillana de Écija de «escapismo» político, muy familiar últimamente ya entre los dirigentes del Partido Popular a lo largo y ancho y de la geografía española. Que se lo pregunten, de lo contrario, a Feijóo y a Mazón, ya asiduos a esta estrategia. Ante la inesperada protesta sanitaria concentrada en las proximidades de la hoja de ruta que tenía que seguir el máximo responsable del Grupo Popular en Andalucía, convocado para poner la primera piedra en la rehabilitación de las Casas Consistoriales (un acto de pala, sonrisita y foto), la máquina de la fugacidad, el perimetraje y, finalmente, la «huida» del amplio séquito de profesionales que asesoran día a día al presidente autonómico se puso en marcha.
¿El objetivo? Claro, manifiesto: evitar imágenes y vídeos que fueran incómodos para la deseada imagen impoluta que constantemente pretenden transmitir a través de los canales públicos (y propagandísticos) el líder conservador y su formación, muy, muy lejana de la que tienen los andaluces y andaluzas realmente. Un plan de crisis que comenzó con «hora y media de retraso» para su llegada al enclave donde estaba citado, argüido bajo presuntos «atascos en la carretera» (como aseguraban asistentes al evento durante la espera), para, acto seguido, ordenar un fuerte perímetro policial en torno al recorrido del político malagueño, de su comitiva y de las y los representantes del propio PP astigitano que impidiese cualquier atisbo de proximidad a las y los manifestantes de las mareas blancas de la Mancomunidad de Municipios de Écija, víctimas de una auténtica quimera de la mano de la gestión sanitaria de la Junta en la comarca).
No fueron los únicos pasos trazados milimétricamente por Moreno y su cortejo. Como denunciaron fuentes del PSOE de Sevilla (como la del secretario general de la formación en la provincia y parlamentario andaluz Rafa Recio), el nerviosismo ante la congregación de astigitanos enojados era tal que el acto central que debía de haber comprendido la presencia en la ciudad del máximo dirigente genovés, en la misma plaza donde se encuentra ubicado el Ayuntamiento ecijano, fue finalmente «cancelado», como muestran algunos vídeos que fueron grabados para testimoniar la ‘acrobacia’. Una supresión que permitió al de jefe de los populares andaluces recurrir a la última de sus cartas: la del abandono y la «huida» del emplazamiento y de la localidad. Corriendo, que es gerundio.
El escapismo de Moreno Bonilla empieza a relucir. Hoy en Écija, se han cansado de esperarlo los astigitanos durante hora y media, cambiándole sus asesores el protocolo previsto para evitar fotos e imágenes incomodas. Andalucía siempre reacciona pic.twitter.com/MyXeKsXMye
— ®️afa ®️ecio (@rafarecio22) May 20, 2025
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).
