Artículo de opinión de Lázaro Martínez, secretario general de Juventudes Socialistas de Jaén: "Vivienda y juventud: una declaración de intenciones"

Vivienda y juventud: una declaración de intenciones

Ha quedado constituido el nuevo Gobierno de España bajo la Presidencia de Pedro Sánchez y el dibujo de su gabinete da pistas de las claras intenciones que el Ejecutivo planea para la nueva etapa que se abre en nuestro país.

Los y las jóvenes tenemos suerte de que, al menos, de entrada, haya un Gobierno que pone encima de la mesa dos cuestiones imprescindibles, absolutamente capitales, en los tiempos que corren. Me refiero a vivienda y juventud.

De momento estas dos materias son merecedoras en el nuevo Gobierno de España de la visibilidad que deben tener. Vivienda se separa de Fomento para tener protagonismo propio. Y aparece Juventud, junto a Infancia, en un ministerio de nueva creación. Dos gestos que claramente ponen negro sobre blanco la sensibilidad del nuevo gobierno progresista respecto estos dos temas.

Venimos de una legislatura en la que se han dado los primeros pasos para poner en el centro del tablero un factor que siempre está en el candelero por ser la eterna cuestión sin resolver: las condiciones dignas con las que la juventud debe abordar el presente y su futuro más inmediato.

La creación de bonos como el cultural o como el del alquiler joven señala a una dirección a la que el Ejecutivo quiere seguir yendo. Y no es ni más ni menos que acabar con la precariedad estructural (en distintos ámbitos) que la juventud suele sufrir.

Estos bonos son tan solo una muestra. Mucha más repercusión ha tenido en la Juventud la Reforma Laboral que ha venido a poner pie en pared en cuestiones tan sangrantes como la alta tasa de temporalidad de España.

La gratuidad en medios de transporte como el tren y otras medidas que han venido a incidir en la lucha contra el cambio climático también han empezado a trazar la España del mañana que, sí, ha de ser de todos y todas, pero en especial de esta nuestra generación.

Me ilusiona, personalmente, lo que está por venir del nuevo gobierno. Un gobierno que ha demostrado tener una clara intención de abordar el gran problema de nuestra generación: la vivienda.

Los y las jóvenes le reclamamos la valentía que este tema requiere para acabar de una vez con las condiciones indignas que se derivan de los altos precios que tiene la vivienda en España tanto en compra como en alquiler.

Ese es el gran reto. Y no es un reto que pueda pasar desapercibido con el paso del tiempo. Estamos hablando de que la vivienda sea, muy probablemente, el pilar fundamental sobre el que fundar (o al menos refundar) el nuevo Estado del bienestar social.

Las circunstancias que se hacen necesarias para el presente y el futuro más inmediato de la juventud tienen nombre y apellidos: seguir incidiendo en condiciones laborales dignas, facilitar el acceso a la vivienda y establecer una red de cuidados básicos en lo que a salud mental se refiere. Tres horizontes que, de momento, se encuentran reflejados en la composición del nuevo Ejecutivo.

Tenemos un horizonte claro, aún por conquistar, pero también tenemos la esperanza de una trinchera que va hacer lo posible para que así sea. A esa trinchera debemos exigirle que no se duerma en los laureles. La complacencia no tiene lugar para tratar cuestiones tan vitales.

Pero bien es cierto que los mayores escollos se encuentran en aquellos que se empeñan en torpedear los esfuerzos que otros realizan para solucionar estos problemas.

Presidente de la Junta de Andalucía, señor Moreno Bonilla, ¿va usted a seguir entorpeciendo medidas que provengan del Gobierno de España y que vengan a paliar la situación de la juventud? ¿Va usted a seguir anteponiendo los intereses de su relato? ¿Va usted a creerse la justa causa de la defensa de los intereses de la juventud? ¿Va usted a ser el Presidente que merecen los y las jóvenes andaluzas?

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