El Estado de bienestar se desarrolló con la influencia keynesiana durante una dura época de posguerra, período en el que se pasó de una seguridad social y económica para algunos a una seguridad social para todas las personas. Y entonces orgullosamente podemos hablar de este término cuyo objetivo consiste en proveer equidad a los ciudadanos, satisfacer las necesidades básicas, promover la igualdad de oportunidades y la distribución equitativa de la riqueza. Pero, ¿existe equitativamente el Estado de bienestar?
La vivienda —amparada en el artículo 47 de nuestra Carta Magna declara que todos los españoles tienen el derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada— es el quinto pilar inacabado del Estado del bienestar. Desgraciadamente esto no es así, porque los jóvenes lo tienen muy difícil para acceder a una vivienda digna, ya sea en alquiler o en propiedad. Por ello, agradezco la oportunidad de poder escribir sobre un tema que ha sido ignorado durante tanto tiempo hasta que, con un gobierno socialista, las cosas están empezando a cambiar con políticas que realmente cambian la vida de la gente, como es el bono alquiler.
Un bono que por recordarlo, ya que hace años que se comenzó con el trámite, consistía en dotar de 250 euros mensuales a los jóvenes que estuviesen de alquiler para paliar el problema del precio desorbitado de estos, a lo que añado que en Málaga era más necesario que en ningún otro sitio ya que la subida del alquiler ha sido mucho mayor que en otras provincias de España. Los jóvenes que cumplieron los requisitos podían beneficiarse de estos 250 euros durante dos años. Un bono que se ha puesto en marcha en todas las comunidades autónomas de España, con excepción de Andalucía. Un bono que estaba bien gestionado hasta que llegó a las manos de Juan Manuel Moreno Bonilla, que desde que comenzó con los trámites fue un auténtico caos. Cuando en Comunidades Autónomas como Valencia y Asturias —en las que gobernaba el PSOE, el bono ya podían disfrutarlo los jóvenes— en Andalucía aún no se sabía de qué forma había que solicitarlo.
Cuando por fin decidieron de qué forma se solicitaría, se colapsó la plataforma y estuvo días jugando con la desesperación de los jóvenes, ya que tampoco fueron capaces ni siquiera de ordenar las solicitudes por orden de rentas ni de ver a quién le hacía más falta, si no una mera concurrencia no competitiva para facilitarse ellos el trabajo.
Cabe añadir, además, que la Junta de Andalucía no ha puesto ni un solo euro para este bono alquiler. Lleva años con el dinero sin ejecutarlo, tanto es así que hasta el Gobierno ha instado a Andalucía a ejecutar el presupuesto del bono del alquiler joven de 2022.
Una auténtica vergüenza que desgraciadamente para nada nos sorprende viendo la actitud que tiene con la juventud Andaluza. Tenemos un Gobierno no solo incompetente en materias de juventud si no que también es insensible. Desde juventudes socialista en nombre de muchas de estas 17.000 personas que siguen esperando una mínima respuesta, preguntamos: ¿Juanma, dónde está el bono alquiler? Juanma, la juventud lo necesita.