Primero, el periodista Raúl Solís. Un día más tarde, los menores migrantes no acompañados. Dos días después, la diputada de Podemos Martina Velarde. De sábado por la noche a martes. La ‘odiosa’ actividad de Alvise Pérez y su séquito virtual de extrema derecha acelera su campaña de bulos y odio contra un periodista, una política y la población inmigrante, aprovechando, vilmente, el crimen del menor en Mocejón (Toledo).
El líder de Se Acabó la Fiesta ha acelerado su paso en los últimos cinco días. En primer lugar, el sábado por la noche se inventó una campaña contra el periodista Raúl Solís. En esta campaña, tanto Alvise como su ‘secuaz’ Vito Quiles se hacían eco de un montaje publicado horas antes en X, en el que supuestamente el periodista se insinuaba sexualmente a un menor de edad. La manipulación, a todas luces, era evidente. Sin embargo, poco importó esto para que tanto Pérez como Quiles mandaran a sus hordas contra este.
Las redes sociales se llenaron de mensajes de odio contra Solís, acusándolo de pedófilo, entre otras cuestiones. También le amenazaron de muerte y le insultaron, entre otras lindezas.
Pero la actividad de estos agitadores de odio digitales no quedaría aquí. El domingo, tras el crimen acometido en Mocejón, a Pérez le faltó tiempo para acusar a los menores migrantes del delito, sin prueba alguna, pero siempre tirando del discurso manido de relacionar a los inmigrantes con la delincuencia.
A pesar de esto, el líder de Se Acabó la Fiesta acusó en su canal de Telegram, donde atesora más de medio millón de seguidores, a los migrantes de este delito, aunque no directamente. Difundió lo que supuestamente eran palabras de algunos de los vecinos, quienes supuestamente reconocían que desde que llegaron nuevos migrantes al pueblo había «violaciones, robos y el asesinato de este niño de 10 años».
Cuando este bulo se esparció, la campaña xenófoba contra la población migrante cobró una importancia peligrosa. De hecho, hasta se llegó a acusar al portavoz de la familia, primo de la víctima, por tener fotos en redes sociales con ciudadanos africanos, en alguno de sus viajes como misionero católico. Esto provocó que este chico, de 21 años, se desgarrara en la radio contando la campaña de odio que estaba sufriendo por parte de los seguidores de Alvise. Las acusaciones del agitador de extrema derecha se demostraron, por cierto, falsas. Una vez más.
El último encontronazo del líder de Se Acabó la Fiesta con el odio ha sido este martes, cuando en su canal de Telegram sus seguidores han iniciado una campaña de odio contra la diputada de Podemos, Martina Velarde, tal y como ha denunciado la propia diputada en sus redes sociales.
Estos mensajes provienen después de que Velarde acusara a Pérez y Quiles de difamar y esparcir el bulo de Raúl Solís. Ante esto, los seguidores del agitador han reaccionado como mejor saben hacer: insultos y amenazas. La propia diputada se están encargando de señalar los mensajes que le llegan a través de las redes sociales, especialmente X (antes Twitter), donde los mensajes de extrema derecha tienen mayor calado.
Así, entre otros mensajes, puede leerse: «Hay que prenderle fuego a la muy perra»; «menuda hija de puta a ver si se ahoga o la viola un negro y la destroce»; «a la guillotina esta furcia del sistema». Y todo esto, en tan solo 5 días.
Periodista todoterreno especializado en comunicación política. Tratando de interpretar la actualidad con la mirada puesta en el sur.
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Codirector de Espacio Andaluz.