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El empleo sigue su senda óptima en Andalucía: el paro desciende en 8.700 personas respecto al segundo trimestre de 2022 y la ocupación interanual aumenta un 3,1 %

Andalucía sigue vislumbrando positivas y no menos prometedoras cifras en materia de empleo durante el presente curso. Tras conseguir reducir, durante el primer trimestre del año, la tasa de paro hasta la más baja registrada en los últimos 15 años -encabezando este descenso a nivel nacional-, y superar por primera vez, también en el inicio de 2023, la cifra récord de más de 3,3 millones de ocupados -capitaneando la creación de empleo-, la comunidad andaluza sigue transitando una senda más que óptima en términos de desempleo y ocupación.

Los datos arrojados por la Encuesta de Población Activa (EPA), publicados durante el día de ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), han anotado una reducción del desempleo en el mercado laboral andaluz de 8.700 personas respecto del segundo trimestre de 2022, lo que supone una caída del paro del 1,15 % entre el mismo período de sendos años. Este notable descenso del desempleo, además, ha ido ligado también a un importante aumento de la contratación en la comunidad autónoma, donde el número de ocupados ha subido en 101.600 individuos (+3,1 %) de abril a junio de este año respecto a los mismos meses del último curso. De hecho, Andalucía es, en este último de los apartados, la segunda región del mapa nacional que, en términos absolutos e interanuales, más ha crecido en cuanto a ocupación, solo superada por Cataluña.

Este buen comportamiento que ha experimentado el mercado andaluz no es azaroso, sino que responde, muy especialmente, a una causalidad clara: la reforma laboral impulsada por el Gobierno central. En los últimos doce meses, Andalucía ha registrado la cuarta mayor bajada del paro de los últimos veinte años, con más de 51.000 personas desempleadas menos. Una bajada, asimismo, que ha sido generalizada en todos los sectores.

Los datos sobre evolución del empleo y la evolución económica general, como señalasen también las propias organizaciones sindicales CCOO y UGT, solo permiten valorar como esencialmente positivos los efectos, particularmente en territorio andaluz, de la reforma que implementase el Ejecutivo de coalición hace ya algo más de un año. Tanto es así que partidos como el Grupo Popular, que votaron sistemáticamente en contra de ella en el Congreso, llegando incluso a interponer un recurso contra ella ante el Tribunal Constitucional, han acabado claudicando, como exhibiese Feijóo en plena campaña electoral reconociendo que es «sustancialmente buena» y que la «respetarían» de gobernar, frente a los beneficios que ha originado en materia de empleo en todas las regiones del país.

Esta más que halagüeña dinámica laboral ha venido cimentada por la estabilidad en el empleo -reducción de la temporalidad y mayor contratación indefinida- y la limitación de las prácticas abusivas, injustificadas y desproporcionadas que venían dándose tradicionalmente en la comunidad en sectores como el servicios -en especial, en la hostelería- y la industria, donde las mejoras de las cifras de contratación y bajada del desempleo han sido notorias. Otra de los factores significativos ha sido el repunte de un sector como el de la construcción, mermado considerablemente durante la pandemia y que ha resurgido con relativa fuerza ya en el escenario pospandémico en territorio andaluz.

La consolidación de los sectores servicios, industria y construcción, de hecho, ha ayudado tremendamente a paliar, precisamente, el recrudecimiento -esperado- de una actividad productiva prácticamente endémica y que históricamente ha reportado grandes beneficios a Andalucía como la agricultura, que azotada por la dura sequía que arrastra durante los últimos años -fundamentalmente, los dos últimos-, atraviesa un momento particularmente delicado. Tal es así que, si atendemos a los datos consignados en cuestión de empleo en este segundo de los trimestres de 2023 en referencia al primero del año, ha sido concretamente la agricultura la que ha hecho ralentizar el acelerado ritmo de ocupación y desempleo que venía exhibiendo el mercado laboral andaluz, merced a la pérdida de 21.800 empleos, que ha hecho descender la tasa de paro «menos de lo deseado, como ha confesado la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). El propio presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha vaticinado que, de no llover en otoño, la escasez de precipitaciones «va a destruir empleo».

Aumento de 52.600 ocupados en el último trimestre

En lo referido a contratación en el segundo trimestre del presente año, la comunidad andaluza ha contabilizado un total de 52.600 nuevos ocupados más respecto al trimestre anterior, lo que ha facultado situar el número total de contratados actualmente en Andalucía en 3.380.100 individuos. Dicha cifra ha supuesto un aumento del 1,58 % en la región.

La tasa de paro, por su parte, ha experimentado un tenue descenso, viéndose disminuida en 1.300 personas -un 0,17 % menos-, hasta localizarse el total de desempleados en 744.600, la menor tasa andaluza desde el tercer trimestre de 2008, cuando alcanzó el 18,33 % y una cantidad de 704.600 parados.

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