El plan de verano del SAS sigue derrumbándose a lo ancho y largo de Andalucía. Los recortes de personal, especialistas, áreas y centro efectuados por el Gobierno de Juanma Moreno en la sanidad pública andaluza continúan dejando esperpénticas situaciones en los centros médicos y hospitales que consigna la comunidad. La última de estas escenas ha sido la experimentada por una pareja y su hijo de dos años, aquejado de una laringitis aguda, en el centro hospitalario público Infanta Margarita, localizado la ciudad de Cabra, al sur de la provincia de Córdoba.
Tras dos noches sin poder dormir, Alberto Reyes y su novia, Belén, este pasado jueves, a las once de la noche, decidieron acudir a este hospital con el objetivo de que el pequeño fuese atendido. «Tose constantemente y eso hace que el niño no pueda dormir y que en determinados momentos, mientras dura esa tos, se le cierre completamente la laringe y no pueda respirar durante varios segundos: a veces, son dos segundos; otras son cinco, seis…», narraba el padre, desesperado, en un vídeo que ha publicado en la red social Instagram, al ver que ha llegado a «límites insostenibles», como reconoce.
Transcurridas «hora y media» prácticamente «sin recibir valoración de nadie», «esperando al único pediatra que se encontraba en el lugar», y viendo que el «cabreo» y la «desesperación» de la pareja «iba en aumento», este progenitor relataba que «por fin» fueron atendidos. Lo hacían, ahora bien, siendo testigos de que el centro hospitalario «hizo pasar una enfermera por pediatra» para, de algún modo, «darnos paso rápido». «Sin valorar al niño apenas, esta profesional les aseveró que «no se preocupasen», sugiriéndoles que volviesen a casa, pese a que el niño se quedaba «sin respiración». Sabiendo, además, que, como subrayaba el padre, «son unos síntomas que en otros casos han derivado la muerte de niños».
El padre del infante solicitó entonces que, al menos, pudieran pasar algunas horas allí mientras observaban a la criatura, para que, paralelamente, la madre pudiese descansar algo tras «48 horas sin dormir nada», una cuestión «lo suficientemente grave para tener algo de humanidad» y «ceder una cama, aunque hubiera sido en el pasillo», denunciaba Reyes.
La pasividad y la negativa del centro hospitalario, sin embargo, les hizo que, de forma rocambolesca, tuviesen que «pagar la habitación de un hotel» emplazado «a cinco minutos» del hospital egabrense, pudiendo pues reposar «algo más tranquilos» al tener cerca el centro por si ocurría algo urgente. Este pronosticador de eventos deportivos, natal de la provincia de Sevilla, condenaba finalmente que «un put… día que necesitas usar los servicios que estás pagando todo el año» y tuviera que gastarse «más de cien euros en una put… habitación de un hotel».
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).