Si Casares vio nacer un 5 de julio de 1885 al que se erigiría por vida y obra en el Padre de la Patria Andaluza, Blas Infante, uno de los grandes referentes del andalucismo histórico, casi 140 años después, el bello municipio malagueño podría haber sido testigo también de la primera piedra de una de las construcciones políticas pendientes históricamente en Andalucía: un gran proyecto movilizador de izquierdas, transformador, que brote y apele desde y a las clases populares, y que tenga al andalucismo como eje transversal, como fuerza identitaria, de conciencia, pero también motora.
Porque ese fue el leitmotiv que citó a buena parte de las organizaciones políticas andaluzas de carácter progresista y a la izquierda del PSOE, con ausencias puntuales previamente conocidas y otras justificadas, a encontrarse el pasado sábado 26 de abril, física, pero también organizativa y programáticamente en la localidad casareña: ir engrasando la maquinaria de la unidad, como mínimo, para las próximas elecciones andaluzas, que si Moreno y el PP andaluz no las invocan con antelación, tendrán lugar en algo más de un año (junio del 26). Una cita importantísima en clave andaluza (y también española) frente a la que pretende evitarse la mala caligrafía de otros comicios previos. El macroobjetivo, ahora bien, no pretende reducirse a ese escrutinio autonómico, sino que afana edificar «un proyecto de larga construcción colectiva», «de largo aliento», «de largo recorrido» que luche por «conseguir la hegemonía», como aseguraría el diputado de IU en el Congreso, Francisco Sierra, interviniente en el acto.
La fórmula para ello, no es ni mucho menos novedosa. Tanto, que uno de los líderes históricos de la izquierda andaluza y española, Julio Anguita, ya la tenía cuando la democracia llegó a ambos territorios. Concretamente, en el informe político que el célebre dirigente del PCE y de IU presentó en 1984 a la Ejecutiva del PCA para la constitución de la ‘Convocatoria Por Andalucía’, que derivaría posteriormente en el llamado «documento de las amapolas», aún de actualidad. Porque «volver al origen, no es retroceder» (como lo calificaría Anguita). Pero eso sí, «con matices», como invocaría primero y después precisaría el actual secretario general del PCA, Ernesto Alba, también participante.
Una receta que no pasa por otro planteamiento que el de una confluencia progresista, amplia, popular y transformadora, que aspire a ser no menos que un «bloque histórico», donde «todo el mundo se cohesione en torno a ese proyecto y deje a un lado las diferencias» y que esté llamado a influir, a gobernar». Y donde un elemento se erija como sine qua non, como eje transversal en el discurso y en la práctica política: el andalucismo. Porque si Casares, ‘cuna’ de Blas Infante, «es el mejor sitio para hablar de andalucismo» (como subrayaría María José Torres, coportavoz de Iniciativa del Pueblo Andaluz, una de las dos agrupaciones convocantes), este último es el «elemento movilizador de conciencias», especialmente de «conciencia andaluza dirigida a los trabajadores, a las clases populares y a la necesaria reforma constituyente del Estado español en términos plurinacionales», como afirmaría el último de los ponentes, Javier García Fernández, miembro de República Andaluza.
«Porque ser andalucista implica el derecho a estar en los pueblos, a permanecer, a construir» y porque cuanta más gente se incorpore a la identidad andaluza, más lo van a hacer en un sentido progresista, en un sentido común emancipatorio, de apoyo a las clases trabajadora», «que eche a los gobiernos de la derecha», aseguraría García. En definitiva, «un polo andalucista muy amplio que defienda los intereses de Andalucía y que permita que ocupemos el lugar que merecemos y dejemos de ocupar el vagón de cola en renta per cápita, comunicaciones, etc…», finalizaría la corresponsable de Iniciativa (idPA), Torres.
Evento completo ‘Convocatoria Andalucista’. Retransmitido por Espacio Andaluz

Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).