Andalucía ya es, por fin, una comunidad libre del franquismo y del dictador Francisco Franco en su toponimia. La aplicación definitiva de la Ley de Memoria Democrática en la nomenclatura de los diversos territorios que conforman la geografía andaluza ya es una realidad.
El último de los ‘bastiones’ topónimos del franquismo que se encontraba aún vigente, el de Villafranco del Guadalhorce, la pedanía localizada en el municipio malagueño de Alhaurín el Grande, es historia tras la aprobación el pasado viernes 1 de agosto en pleno del cambio de nombre de este núcleo de población, que pasa ahora a denominarse simplemente Villa del Guadalhorce.
Con el visto bueno de los vecinos, bajo mayoría absoluta y con los únicos votos en contra de PP y Vox, Alhaurín el Grande acordaba rebautizar así el nombre del último pueblo andaluz en eliminar el apellido del dictador. Un cambio de designación que ha supuesto un largo y complejo proceso administrativo que ha demorado la iniciativa más de lo esperado, que venía fraguándose, ahora bien, desde hace tiempo en muchas de las señales y cartelerías del pueblo.

Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).