Los tres factores de bloqueo para que exista una conciencia andalucista

Hace unas semanas se celebraba el XVIII Congreso de la Fundación Blas Infante, centrado en las expresiones actuales de la cultura andaluza y el andalucismo. En ella, el antropólogo, catedrático y patrono de la Fundación, Isidoro Moreno, explicó los que para él son los tres factores de bloqueo que impiden que la cultura andaluza se transforme y transfiera, se convierta, en una conciencia (de ser) andalucista.

En una ponencia sobre la identidad cultural, Moreno indicó que esta es el resultado de un proceso histórico, ambos fundamentales para que, posteriormente, pueda desarrollarse la conciencia de cualquier pueblo. “No existe un pueblo sin una cultura diferenciada, entendiéndola como la forma de ser en el mundo, de relacionarnos el uno con el otro, con el exterior, con la naturaleza y de expresar nuestros sentimientos”.

El antropólogo rescató la figura de Blas Infante a este respecto, porque “gastó mucho tiempo en fundamentar el pueblo andaluz”. Y este se fundamenta cuando se demuestra que tiene una historia específica, nutrida de diversas fuentes, aunque singular, dando lugar al cimiento de un pueblo, como el andaluz. Una vez que hemos aceptado y asumido estos pasos, es momento de que el pueblo reivindique los derechos que tiene, advirtió el patrono de la Fundación.

Sin embargo, para que esta transferencia de pesos ocurra es primordial sortear los tres bloqueos que Moreno señala que impiden que los andaluces asuman la conciencia de pueblo andaluz. Estos tres factores son: la ideología del nacionalismo español, la ideología del economicismo reduccionista o marxismo vulgar y el capitalismo globalista.

En cuanto a la ideología del nacionalismo del Estado español, Isidoro Moreno interpreta que es la ‘base’ que sustenta el ‘sistema’ español que, a su vez, impide a los andaluces adquirir la conciencia de pueblo (ser) , indispensable para una posterior conciencia política (poder).

“La ideología del nacionalismo del Estado español es la que considera a Andalucía una región y no un pueblo-nación. Por tanto, una parte de un todo que a lo más que puede aspirar es a pequeñas cosas. Ese nacionalismo de Estado español es el que se reproduce en los colegios, universidades y en la mayoría de los medios de comunicación. Es un factor de bloqueo de la conciencia andaluza, aunque utilice elementos de la cultura andaluza”.

En segundo lugar, Moreno hace alusión a la ‘ideología del economicismo reduccionista o marxismo vulgar’. Esto, para el antropólogo, es entender la historia de Andalucía alejados de una lectura antropológica, incluyendo a la comunidad dentro de la lectura que aplica el anterior factor de bloqueo y excluyéndola de los procesos históricos y culturales que han provocado el subdesarrollo de Andalucía:

“esta ideología es la que considera que Andalucía tiene atraso, o todo lo más subdesarrollo, no que Andalucía está, desde hace siglos, sobre todo desde mitad del XIX, en una situación colonial. Andalucía es una colonia interna. El Estado español aplica extractivismo en una triple dimensión: económica, cultural y política.

Y el último factor es el capitalismo globalista, cuya ideología nos arrastra a los ciudadanos a romper nuestros lazos comunitarios, imbuyéndonos en narrativas individuales, desideologizadas, con una unificación de la cultura y despojándola de los símbolos y significados.

Esta ideología, que arrastra inevitablemente a todo ser viviente, provoca que la cultura se someta al utilitarismo capitalista. En este sentido, es donde encontramos manifestaciones andaluzas que no necesariamente andalucistas, lo que el historiador Manuel Ruiz ha venido a llamar ‘verdiblanquismo’, por ejemplo.

Moreno considera que la cultura sin conciencia política puede ser estéril, y que mientras el pueblo andaluz no sea consciente de los factores de bloqueo y del triple extractivismo que se aplica a Andalucía, que vive una “situación colonial” el pueblo andaluz “seguirá a peor: dependiente y subalterno. La identidad cultural es la base fundamental, pero el paso a la conciencia política es un paso necesario”.

Periodista todoterreno especializado en comunicación política. Tratando de interpretar la actualidad con la mirada puesta en el sur.

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Codirector de Espacio Andaluz.

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