Anselmo Vilar

Anselmo Vilar, el héroe anónimo de La Desbandá que apagó la luz del faro de Torre del Mar para salvar miles de vidas

08 Feb, 2025 · 09:29h

Anselmo Antonio Manuel Vilar García es uno de esos héroes anónimos cuya acción -e incluso sacrificio- acaban marcando decisivamente el rumbo de los acontecimientos. Anselmo Vilar (Lugo, 1882) era el farero del municipio de Torre del Mar (Vélez-Málaga) cuando las cientos de miles de personas cruzaban la carretera hacia Almería, la hoy conocida como N-340A, en el éxodo que conocemos como ‘La Desbandá’. Mientras estos civiles eran acribillados por tierra, mar y aire, Vilar decidió apagar la luz de su faro, dificultando que los barcos y aviones pudieran orientarse y facilitando la huida de los refugiados.

Durante el triste episodio que supuso La Desbandá para la historia de España y Andalucía, Anselmo Vilar es una de las figuras que han contribuido a que su recuerdo continúe evocando ecos de valentía, rebeldía y honorabilidad. En pleno asedio franquista y fascista y con los buques y aviones fascistas liquidando a una población que no tenía más que su vida, Vilar decidió ofrecer su vida como escudo para salvar las de estas cientos de miles de personas que huían hacia Almería. Cuando las tropas franquistas llegaron a la localidad, tan solo dos días después de estos sucesos, el farero sería fusilado junto al cementerio de Vélez-Málaga, por haber dificultado el baño sanguinario que habrían ocasionado los sublevados a la población civil.

La Desbandá fue el éxodo masivo de cientos de miles de civiles desde Málaga a Almería por carretera huyendo de la toma de la ciudad por las tropas fascistas. En su huida se calcula que murieron entre 3.000 y 5.000 personas, a causa de los bombardeos y de las pésimas condiciones de muchos de ellos, que emprendieron este viaje con heridas o ensangrentados. La dificultad del desplazamiento también estribaba en esquivar la ofensiva de los ejércitos fascistas, que emprendió contra la población civil una masacre indiscriminada. Por ello fue fundamental la labor de Anselmo Vilar.

Vilar salvó la vida de incalculables personas y su influencia fue tal que durante los dos días que mantuvo apagado el faro, no se produjeron apenas bombardeos ni ametrallamientos por parte de la aviación italiana y la marina sublevada. En Vélez- Málaga confluyeron tanto los propios habitantes, como las personas que escapaban de Málaga y los que procedían del interior de la comarca de la Axarquía. Ante la dificultad de orientación, las tropas sublevadas tuvieron que guiarse por le faro ubicado en Torrox, que recibió el grueso de los bombardeos.

Cuando las tropas fascistas tomaron Vélez-Málaga y conocieron lo ocurrido, fusilaron al farero de Lugo que entonces tenía 55 años. El apagón del lucense encendió cientos de miles de vidas.

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