La Consejería de Educación andaluza ha sumado otro grave polémica, por el perjuicio que genera y al colectivo que lo hace, a su ya reciente grueso archivo. Esta vez, la protagonista del que es, a todas, un nuevo escándalo en el historial de la gestión educativa a manos del vigente equipo de Gobierno en la Junta, ha sido su máxima responsable, la consejera Carmen Castillo, quien no contenta con ver cómo uno de sus altos cargos discriminaba al alumnado con necesidades educativas especiales y a sus familias, ha querido ponerse a su altura.
La comunidad educativa al completo continúa, días transcurridos, sin comprender cómo Castillo pudo razonar incomprensiblemente (aunque en su juicio particular crea serlo), en una entrevista con el diario ABC, y en otras tantas en las que ha hecho semejante interpretación, que el reclamo que vienen haciendo docentes, familias y PTIS en Andalucía de más recursos para las alumnas y alumnas con necesidades educativas específicas responde, sobre todo, a una presunta suerte de ‘proteccionismo’ excesivo y de atención desmesurada de las familias que tienen solo un descendiente (es decir, exclusivamente un hijo o una hija).
Y es que en varias declaraciones realizadas recientemente, la consejera ha postulado que el hecho de que «las familias tengan una hija o hijo único» es un factor determinante para explicar el aumento de las necesidades educativas especiales», justificando que «la vida de estas familias gira entorno a ese hijo o hija».
Las inverosímiles declaraciones de Castillo, que han sido nuevamente un completo mazazo para la comunidad educativa, especialmente, para familias con niñas y niños con neurodivergencia y para las y los profesionales de la integración social (PTIS), han provocado una lluvia de respuesta en torno a una máxima innegociable: la actual dirigente de la cartera educativa no puede seguir ni un solo minuto más en su cargo. Federaciones de AMPAS, sindicatos educativos, grupos de docentes y PTIS y decenas de familias han reclamado durante estos últimos días abiertamente la inmediata dimisión de Castillo.

Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).