El público carnavalero del Gran Teatro Falla vivió en la noche del pasado domingo uno de los momentos que perdurará en su memoria durante mucho tiempo, aunque no necesariamente por motivos que sean dignos de recordar, sino por la bochornosa actuación que protagonizó el -intento- de chirigota ‘Abre los ojos’. Ante un tipo difícilmente descifrable y una introducción protagonizada por el actor vasco Óscar Terol en la que se congratulaba de estar ante un templo de la libertad de expresión, el público del Falla no tuvo compasión después de que esta chirigota empezara a lanzar mensajes y soflamas negacionistas, conspiranoicos y dignos de elogio por los activistas de ultraderecha que poblan las redes sociales.
Ante la evidente falta de profesionalidad de este grupo y la (mala) intencionalidad de boicotear un concurso conocido por su calado político y social, ‘Abre los ojos’ antepuso su falsa premisa de ampararse en la libertad de expresión para lanzar sus mensajes ante el arte que hay que defender en las tablas del Falla, requisito mínimo e indispensable para poder considerar al grupo de conspiranoicos allí presente como una chirigota. Una vez situados en el contexto tanto público como jurado y sociedad valorarán la calidad, cantidad y profundidad de los mensajes (o no) lanzados.
La autora de la agrupación es Catalina Balber, vinculada al partido de ultraderecha Libres, una escisión de Vox en Ceuta. Precisamente la que se enfrentó al público al grito de «vergüenza» y los calificó, posteriormente, de «borregos»: «La gente ha sido aborregada en alto grado. Han sido adoctrinados». El público tardó pocos minutos en comprender lo que pretendía esta chirigota, por lo que comenzó a abuchearles y a boicotear la desastrosa actuación: gritos de «campeones», coplas de ‘Los Hinchapelotas’, ‘Los Yesterday’ o ‘La familia Pepperoni’, pitos y abucheos. Además, se pidió en reiteradas ocasiones el cierre del telón, una práctica que ya no recoge el reglamento y que se llevaba a cabo cuando las agrupaciones carecían de una mínima calidad.
Este año, el Carnaval de Cádiz comenzó con un debate en redes sobre, precisamente, la ideología que no solo han de tener quienes se suben a las tablas del Gran Teatro Falla sino de sus mensajes. Sobre todo, cuando se entiende que los allí presentes son una representación del pueblo, de las clases más populares. Esta ‘discusión’ se inició a raíz de una letra de la comparsa de ‘Las Ratas’, de Jesús Bienvenido, que dice así: «Sepa que el carnaval fue conquista y grito de la clase obrera. A usted le gusta lo nuestro, el soniquete del 3×4 chirigotero, y a mí se me cae el alma cuando contemplo, lleno de fachas, el gallinero. Sé muy bien que hay autores asépticos, voz de geriátrico y enfermedades, y otros que bajo la ambigüedad, para tu aplauso ganar, comulgan con tus verdades. Qué peligro es ser poeta del demonio, de tu discurso de odio, de tu España y tu verdad”.

Periodista todoterreno especializado en comunicación política. Tratando de interpretar la actualidad con la mirada puesta en el sur.
Puedes encontrarme en algunas redes sociales como @ivanjimenezm98.
Codirector de Espacio Andaluz.