Cristian López DomínguezCristianos, pero solo un poco. Sobre todo, ahora bien, ‘ordenados’ y ‘ordenadas’, como ellos mismos dirían con enorme eufemismo para tapar el «racismo» que les invade. Así son los diputados, diputadas, militantes y votantes del partido ultraderechista Vox, quienes siguen atacando sin pudor a los menores migrantes no acompañados que llegan a territorio andaluz y español. «Niños y niñas que están solos sin sus padres, sin sus madres, sin sus familias» y a los que «están tratando como si fueran objeto, mercancía que les molesta», como les reprochaba el portavoz parlamentario de Adelante Andalucía, José Ignacio García, en la última de las sesiones plenarias celebradas en el Parlamento andaluz, este pasada semana.
En una intervención sin paliativos contra el «racismo» de Vox, el líder de la formación andalucista cargó con que «después irán a misa en Cuaresma, y dirán que son cristianos», pero «serán la vergüenza de los verdaderos cristianos, que son los que están currando en las ONGs defendiendo a esos niños y niñas» a los que el partido ultraconservador «quiere expulsar».
El máximo responsable de Adelante reivindicó la «obligación» de la sociedad española y de las instituciones nacionales y autonómicas «de cuidarlos, garantizar sus derechos como si hubieran nacido aquí, exactamente igual, garantizar su educación y garantizar que se puedan desarrollar integralmente». «Y si no se piensa esto», advertía García, «ustedes ni están con los derechos humanos ni son buenas personas. Así de simple».
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).
