La Junta de Andalucía hacía público durante el día de ayer los resultados de un sondeo demoscópico sobre la percepción de los andaluces y andaluzas sobre una hipotética implantación de la tasa turística en Andalucía. Una encuesta cuyos resultados desvelaban que solo el 16 % de la población andaluza “está de acuerdo con la aplicación de una tasa o impuesto” y que vendría a decir que el 84 % de los residentes andaluces no estaría a favor de nuevos impuestos al turismo.
Esta conclusión, que desacreditaría, junto a tantas otras extraídas de esta investigación, la existencia de agrado alguno por parte de la sociedad andaluza hacia el cobro por pernoctación a los visitantes foráneos, sería mucho más válida de no ser por un gran inconveniente: la encuesta no ha sido desarrollada por ninguna entidad u organismo de reputación sociológica -externa-, sino por la propia Consejería de Turismo, Cultura y Deporte. Una cartera cuya contrariedad a la aplicación de este canon impositivo, empezando por la de su propio máximo dirigente, el consejero Arturo Bernal, que podría suponer la recaudación de decenas de millones de euros para las arcas públicas de los municipios más azotados por la proliferación del turismo ha sido, desde que se plantease, y sigue siendo evidente. Un importante hándicap que deja en entredicho el rigor del sondeo.
Y es que no es nuevo que la Junta maniobre para conseguir implantar en la opinión pública un determinado posicionamiento dominante en cada una de las temáticas que la conciernen. Prueba de ello es la ya habitual denuncia del Consejo Profesional de RTVA, el órgano encargado de velar por la independencia y las buenas prácticas periodísticas en la radiotelevisión pública andaluza, sobre la manipulación informativa imperante hoy día en los servicios informativos de Canal Sur TV, donde el sesgo ideológico es inequívoco.
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).