Final agridulce en la antigua sede en la ciudad de Granada de la Junta de Andalucía. Los activistas que okupan el céntrico edificio de la calle Azacayas, una paralela de la emblemática Gran Vía de Colón nazarí, con el objetivo de crear un nuevo centro social en la capital granadina, han conseguido finalmente paralizar el desalojo que la empresa AMA Desokupa afanaba ejecutar «sin orden judicial» y echar a esta entidad del entorno de la céntrica vía.
Los okupantes del inmueble lograron este lunes, tras los incidentes registrados ayer durante el intento de ‘desokupación’ del edificio, que terminaron con un detenido y cuatro heridos (y cuyo momento de mayor tensión tuvo lugar a las 17:00, con la presencia delos equipos de antidisturbios), llegar a un acuerdo con la propiedad de este para la cesión del inmueble durante los dos próximos meses. Una resolución que si bien consigue que estos activistas venzan su particular afrenta ante la polémica irrupción de AMA Desokupa, no les deja el sabor de boca deseado, puesto que tendrán que buscar e instalarse en otro edificio de Granada antes del plazo prometido de 60 días.
El deseo del grupo de okupas de Azacayas era hacer del edificio un centro social para el barrio que permitiese, ante los problemas que anda sufriendo el centro histórico granadino por la «gentrificación, las subidas de los alquileres y la dedicación de los espacios a los turistas más que a los habitantes», dotarlo de un espacio para las personas, colectivos y artistas que así lo requiriesen. De hecho, se comenzó a poner en servicio de los granadinos y granadinas del barrio -y de fuera de este- «un taller de costura, dos estudios de música, otro de pintura y artes plásticas, otro de teatro, circo y danza…». Incluso había intención de crear un comedor social para gente de la calle y para personas con necesidades que diera servicio una vez por semana.

Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).