Históricamente y por desgracia España ha sido un país donde predominaban los amiguismos, los compadreos y el enchufismo, aspectos muy asentados en una parte de la sociedad muy concreta que solo entiende esta forma de hacer negocio como la única vía posible, una vía que atenta directamente contra el honor, la moral y, por supuesto, contra la meritocracia. Una meritocracia a la que a muchos cargos y ex-cargos públicos de un sector muy concreto de la política española se les llena la boca defendiéndola, pero después hacen todo lo posible para dar subvenciones o contratos menores a sus amigos sin ningún tipo de pudor.
Pero claro, es que para que esta meritocracia sea una realidad es necesario que se redistribuya la riqueza, un acceso universal a una educación pública de calidad y, obviamente, una igualdad de oportunidades para todos y todas, políticas radicalmente opuestas a las que creen y desarrollan los partidos de la derecha.
Además, ¿a quién le extraña que se sigan dando estas prácticas? Si en España se premia más el tener un padrino al que pedirle un favor o que te pueda colocar, antes que tus habilidades, capacidades o lo preparado que estés para ocupar un puesto concreto o acceder a un contrato o subvención pública.
Aquellos que llevan a término todo tipo de artimañas para darles beneficios a sus amigos y conocidos, saltándose todos los pasos y procedimientos éticos y morales, solo se explica porque en un contexto de igualdad de oportunidades sería prácticamente imposible que lo pudieran conseguir.
El último ejemplo, que hemos conocido, en cuanto a procesos opacos y amiguismos, es el caso de la Fundación “Destino Rocío” de José Manuel Soto, que recientemente ha llevado a la oficina antifraude el Grupo Parlamentario “Por Andalucía”.
Estamos ante el vivo ejemplo de un negociete de barra de bar en la que dos colegas se apuestan el entregarse una subvención nominativa de 275.000€ a través de los presupuestos de Andalucía, algo que desde luego no justifica su legalidad, como ocurrió con los eres.
En octubre de 2021 la empresa Caminos de Andalucía, S.L (anteriormente llamada José Manuel Soto S.L), recibe de la Junta de Andalucía un contrato a dedo de 14.762 euros para la «asistencia técnica” con la que diseñar el proyecto ‘caminos del Rocío’ en relación con la marca Andalucía, finalidad para la que esta empresa no estaba preparada como bien indica el registro mercantil ya que se dedicaba a la creación musical y literaria.
Esa empresa, primero cambia de nombre para evitar miradas indiscretas a sus dudosas actividades y posteriormente, un año después de obtener el contrato, cambia su objeto social para adaptar su actividad al concepto del contrato y la subvención.
A la Fundación Destino Rocío se le otorga en el Presupuesto para 2023 una subvención nominativa de 275.000 euros, para gastos de funcionamiento, gastos que el año anterior esa Fundación no superaron los 102 euros, dichos gastos hacen referencia a tener una oficina, atención al cliente, desarrollar toda la información y detalles del proyecto, así como a la contratación de personal, ninguna de estos elementos se ha llevado a cabo, hasta el momento. Es más, tanto la empresa Caminos de Andalucía S.L. como la Fundación Destino Rocío comparten el mismo domicilio, la casa del cantante, un aspecto más por el que sospechar.
En cuanto a la actividad en redes sociales de la Fundación, se puede resumir en que en su mayoría son fotografías sacadas de bancos de imágenes, procedentes de playas de Kulikovo-Kaliningrado, del Camino de Santiago o que se usan en webs de turismo, para cosméticos o de multitud de empresas de diferentes sectores.
La Junta de Andalucía, anunció este proyecto a bombo y platillo, un proyecto con una fundación sin actividad ni experiencia demostrable a la que pensaba darle una subvención 36 veces superior a su patrimonio demostrado hasta ese momento (7400€ aproximadamente).
Lo que sí sabemos es que la actividad de la fundación ha sido prácticamente nula. Pero no parece ser suficiente, al menos, para gran parte de la sociedad, para recibir casi 300 mil € de dinero público.
Pero, por muchas dudas que nos genere este proyecto y todos los procedimientos que se han llevado a cabo quien tendrá la última palabra será la oficina antifraude. Sin embargo, la realidad y el objeto de este artículo es poner el foco en que se siguen produciendo actividades bastante opacas procedentes de sectores muy concretos del espectro político y que por mucho tiempo que pase se seguirán produciendo porque las políticas que favorecen una meritocracia real va en contra de los intereses de unos pocos, que no representan ni a un 10% de la sociedad andaluza.
Debemos apostar por la igualdad de oportunidades y por el ascensor social, es decir, por una Andalucía más justa e igualitaria, donde se valore más tu esfuerzo y capacidades que tus contactos, donde se igual el hijo de un gran empresario de un barrio rico que la hija de un obrero de un barrio humilde.
Tanto interés que hay en España en saber quien paga la casa de Puigdemont en Bélgica(cuando se sabe perfectamente que la sostienen los socios del Consell con sus aportaciones)y nadie se preocupa de preguntar a donde han ido a parar los casi 300.000€ que han salido del bolsillo de TODOS los españoles,y que seguramente estarán en el bolsillo de alguien,y no de la Virgen del Rocio precisamente.A lo mejor están escondidos en alguno de los pozos ilegales de Doñana.Que pena de país.