Varias calles de renombre de la capital sevillana han amanecido esta mañana con múltiples pintadas contra el alcalde hispalense José Luis Sanz (PP). Mensajes como “alcalde, te viene grande el traje”, “vuelve a Tomares” o “devuelve el dinero” podían leerse en en paredes del entorno de Gavidia, Museo, San Lorenzo o San Eloy.
La mayoría de las citas esbozadas en los muros, según han advertido los operarios de Lipasam que se han encargado de la limpieza de estos muros , iban acompañadas por una suerte de firma en la que se podía leer ‘TX. Se da la circunstancia de que esta misma mañana, las patronales mayoritarias del taxi, como Solidaridad Hispalense y Unión Sevillana del Taxi (Usst), se han concentrado frente al Consistorio sevillano para que este dé marcha atrás en su intención de liberar la transmisión de licencias del taxi y para que mantenga el rescate de licencias con dinero público en la nueva ordenanza del taxi que se está redactando.
Lo único cierto es que provengan del sector del taxi o no, José Luis Sanz sigue, no solo ganando detractores, sino acciones de colectivos y movimientos ciudadanos contra la gestión que él y su equipo de Gobierno han venido desarrollando durante ya cumplido su primer año de mandato. La escasez de un proyecto claro para la ciudad, las innumerables promesas incumplidas por el dirigente popular, especialmente, en lo que concerniente a la limitación de viviendas turísticas en el centro histórico, limpieza, seguridad y actuación social en los barrios y en beneficio de las asociaciones vecinales, que continúan protestando, en su mayoría, por el abandono municipal, han marcado claramente este primer curso de estreno y la sensación de que, como marcaba una de estas pintadas precisamente, la gestión de una capital como la hispalense le viene grande, es cada vez mayor y a pasos acelerados.
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).