Hay actuaciones musicales que quedan, pese a su belleza, en el terreno de la memoria cortoplacista y hay otras que trascienden la memoria colectiva de una comunidad hasta hacerse eternas. Como lo es el poeta más universal del que disfrutó, ‘disfruta’ y ‘seguirá disfrutando’ el pueblo andaluz, mientras la llama de su recuerdo, de su vida, su pensamiento y sus obras continúen siempre vivas: el granadino Federico García Lorca.
Del segundo de estos espectáculos sabe bien el paisano lorquiano Pablo Enoc Bayo, conocido artísticamente como ‘Dellafuente’, uno de los líderes indiscutibles del panorama musical andaluz y español actualmente, y estandarte de lo que él llama como «música folkloria fusion», que mezcla trap, hip hop, flamenco y ritmos latinos, entre otros muchos estilos. El joven cantante granadino tomó la batuta de ser parte de los primeros compases de la gala de los Premios Goya 2025, celebrada este pasado sábado 8 de febrero precisamente en su ciudad, Granada, y no solo no defraudó, sino que se elevó hasta la cima de la mismísima Alhambra.
Dellafuente interpretó musicalmente el conocido ‘Romance sonámbulo’ del icónico poeta andaluz: «Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. El barco sobre la mar…», entonaba. Unos versos que el artista granadino ‘recitó’ melódicamente bajo un escenario completamente oscurecido y en el que solo se atisbaba una «luna llena», la misma que lucía la noche del 18 de agosto al 19 de agosto de 1936, en la que los golpistas y fascistas le arrebataron a Andalucía y al conjunto del territorio español a todo un símbolo de la Generación del 27 y de la poesía nacional (que ese día se convirtió en efigie imperecedera), y la luz ‘fosforita’ (en homenaje al propio tema del artista nazarí ‘Fosforito’) de un láser apuntando a su pecho, como ya hiciese el pelotón falangista para dar muerte a Federico en el Barranco de Víznar (Granada).

Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).