La Consejería de Salud ya tiene la primera de las medidas de calado al mando de su nueva titular, Rocío Hernández. La cartera sanitaria y la recientemente nombrada consejera han decidido borrar de un plumazo hasta tres fundaciones de investigación sanitaria del sistema público: la Fundación Pública Andaluza para la Investigación Biosanitaria en Andalucía Oriental Alejandro Otero (Fibao), la Fundación Pública Andaluza para la Investigación de Málaga en Biomedicina y Salud (Fimabis) y la Fundación Pública Andaluza para la Gestión de la Investigación en Salud de Sevilla (Fisevi).
La desaparición de estas corporaciones de investigación sanitaria del sistema público autonómico, anunciada por la Junta de Andalucía en una nota informativa, en la que comunica que “ya no forman parte del sector público andaluz”, pone fin a un proceso de desmantelamiento de estas de la administración andaluza que comenzó en julio de 2023, cuando el Gobierno de Moreno cambió la composición de los patronatos, es decir, los encargados de dirigir las entidades, disminuyendo la participación de la Junta en estos.
Las tres fundaciones, a las que Salud ha llegado a catalogar de “estructuras obsoletas”, seguirán existiendo y siendo de titularidad pública, no obstante, pero fuera de la tutela de la Junta, quedando asociada su actividad a las universidades de Sevilla, Málaga y Granada, a las que están ligadas.
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).