Pasados ya más de cinco años de gobierno de Moreno Bonilla en la Junta de Andalucía, tan solo nos queda constatar lo que es evidente: la política que pilota Moreno Bonilla se mueve entre la desidia y el olvido.
Casi sin quererlo (tal vez la pandemia haya tenido algo de culpa), nos encontramos en tiempos en los que la calle andaluza apenas cuenta con pulsión social. Una circunstancia preocupante a la hora de encontrar eco en la sociedad de las muchas situaciones en las que nuestros servicios básicos se encuentran mermados. Y es que Moreno Bonilla parece imprimir en su forma de gobernar ese estilo gallego con el que Rajoy toreaba los problemas. O, mejor dicho, no los toreaba. Sonrisa, buena imagen y buen uso de los medios de comunicación. Los problemas, mientras tanto, se van resolviendo (o no), con el recetario de Génova 13.
Falta de PTIS en colegios de Jaén, familias jiennenses sin poder hacer uso del derecho de comedor escolar, consultorios sin médicos, bono alquiler joven sin resolver…Por más que Moreno Bonilla ensaye su sonrisa no podrá ocultar lo que ya forma parte de su gestión: el deterioro de derechos y servicios básicos.
Nuestra comunidad y su juventud no pueden seguir sufriendo la inacción de Moreno Bonilla. Podríamos volver a hablar de esa ayuda de 250€ para el alquiler tiene guardada en los cajones. Pero también podemos hablar de la pírrica lista de planes de empleo con los que el Presidente nos ha deleitado.
La provincia de Jaén tuvo que ver cómo perdía con el Plan Aire 3,61 millones de euros en el tramo de 18 a 29 años. Una cifra que hizo a muchos ayuntamientos de esta provincia tener menos capacidad para contratar a personas jóvenes.
Desde entonces la Junta de Andalucía parece indolente ante cuestiones como el empleo en nuestros municipios. Un tímido Plan Joven Ahora vino a saludar a los ayuntamientos y poco más.
Hasta aquí podemos leer. Mientras tanto, administraciones como la Diputación de Jaén sigue estirándose para dar respuesta a los ayuntamiento en un año, otro más, que trae una pésima cosecha de aceituna.
Un nuevo Plan Extraordinario de la Diputación jiennense viene a paliar esta situación y, una vez más, en solitario. Porque por ahora poco podemos esperar de la Junta de Andalucía. Ni tan siquiera que haga una aportación económica a este plan.
Y así sigue pasando la segunda legislatura de Moreno Bonilla al frente de la Junta. Sin rastro de grandes proyectos ni de políticas de calado que tengan una repercusión de envergadura en la población andaluza.
No engañan a nadie. Cambiar el logo de la Junta o gobernar con anestesia tiene un claro objetivo: hacer creer que antes del PP no hubo nada. Pero para bien o para mal, el PSOE ha vertebrado esta tierra con esfuerzo y sudor. Ha sido partícipe y testigo de los grandes avances que han contribuido a hacer mejor esta tierra.
No obstante, ni la desidia ni el olvido nos harán caer en el conformismo.
Jóvenes socialistas trabajando por y para la provincia de Jaén