Dicen que el mundo se divide en dos grandes tipos de personas: las que temen a lo nuevo y las que, por el contrario, se exponen a ello, lo buscan. Juan Espadas pertenece a ese segundo de los grupos, precisamente el que acoge y abandera los grandes cambios que, años más tarde, nuevas generaciones harán nativos.
Una de sus principales curiosidades en el campo de lo novedoso es lo digital. La curiosidad por las infinitas posibilidades que brinda el nuevo espacio comunicativo y relacional, especialmente en la arena política, le hace ser uno de lo pocos líderes andaluces que posee perfil personal en la red social -y en todas las restantes- que ha emergido con más fuerza en España durante estos últimos años y la que más se consume actualmente: Tik Tok. Su principal opositor, Moreno Bonilla, ni está en ella ni se le espera.
Esta curiosidad por la tecnología no es nueva para Juan, que ya cuando era alcalde sevillano hizo de la apuesta por el mayor emprendimiento tecnológico en la ciudad, uno de sus principales puntas de lanza para potenciar y emplazar internacionalmente a Sevilla. De hecho, uno de sus sueños siempre fue convertir a la capital hispalense en toda una ‘smart city’, para lo que llegó incluso a facilitar espacios urbanos controlados de la localidad a Google para testar en ellos, sobre base real, algunas de las herramientas de innovación en las que se trabaja en Sillicon Valley.
Posiblemente, este afán por lo digital y por lo que se mueve en redes sea lo que le ha hecho ser consciente más que nunca, ante el crecimiento de vídeos ultraderechistas en ellas, de la «amenaza de retroceso» que supondría un resultado positivo de PP y Vox en estas elecciones europeas para cualquiera de los grupos sociales oprimidos por cuestiones raciales, de orientación sexual o de género.
Ya lo dijo el propio Pedro Sánchez el domingo en Sevilla: «Para votar a la ultraderecha en España, hay una manera directa, que es votar a Abascal. Y una manera indirecta, que es votar al Partido Popular, que pacta con Abascal». Un alegato al que también se sumaba, emotivamente, minutos antes el propio Juan: «¿Sabéis cuál es el himno de Europa, verdad? Es el himno que permite que defendamos los valores de la unión y la armonía en la diversidad. Y veo por ahí muchas banderas LGTBI. Nuestro recuerdo hoy a Fran López [recientemente fallecido] y un abrazo muy fuerte a Manolo Rosado [responsable del colectivo en el PSOE-A y que fue víctima de una agresión homófoba recientemente].
Hoy, sexta jornada de campaña de las elecciones europeas, el máximo dirigente del Grupo Socialista andaluz está por Sevilla. Tiene sesión plenaria en el Parlamento de Andalucía, como cada quince días, y el careo en la Cámara andaluza con Moreno siempre genera muchas expectativas. El plato central del día es la «deplorable», como no se arruga al calificarla el propio Espadas, gestión de los fondos europeos ‘Next Generation’ desarrollada por el actual Gobierno de la Junta, con el malagueño a la cabeza. Un dato al respecto: al cierre del año 2023, Andalucía había recibido del Gobierno central nada menos que 2.712 millones más de lo que recogió el Ejecutivo andaluz en el presupuesto inicial que trajo a sede parlamentaria.
Este inestimable montante económico no ejecutado por el popular solo evidencia dos máximas: que Moreno, ni tiene un proyecto transformador para Andalucía, ni es un buen gestor. El líder del PP-A sigue instalado en la confrontación con el Gobierno de España pero muy lejos de los problemas reales de la mayoría social de los andaluces y andaluzas. Con él como máximo dirigente de la Junta, la desigualdad en la comunidad ya alcanza niveles alarmantes y el desmantelamiento de los servicios públicos, especialmente en términos sanitarios y educativos, sigue creciendo a pasos agigantados.
A Juan, en cambio, si de algo se la ha tachado en la comunidad andaluza, es de ser un gran gestor, un gestor de larga carrera, todoterreno, puesto que no solo presidió el Ayuntamiento de Sevilla entre 2015 y principios de 2022, sino que ha ejercido puestos de gestión de la Junta de Andalucía durante más de dos décadas. «Trabajo, trabajo y trabajo», esa es la clave del éxito para él, junto con «mucha mano izquierda». De hecho, él lo tiene claro: «Yo quiero hacerlo mucho mejor que el señor Moreno Bonilla. Creo que tengo que más capacidad de gestión», reconocía, en mayo de 2022, a El Confidencial, un mes antes de las últimas elecciones autonómicas.
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).