Pese a que la falta de precipitaciones y la consiguiente sequía sigue azotando con dureza a la comunidad andaluza, teniendo en cuenta, especialmente, la actual época del año, cuando apenas restan cinco días para entrar en período invernal, hay quienes todavía celebran los incongruentes partes meteorológicos y temperaturas que registran las provincias andaluzas. Uno de ellos, paradójicamente, es el actual consejero de Turismo, Arturo Bernal, quien, el pasado lunes 11 de diciembre celebraba que la ciudad malacitana registrase temperaturas que en la jornada del martes llegaron casi a los 30 º C, el valor más alto de toda España en un mes de diciembre desde que hay registros.
El máximo dirigente de dicha cartera publicó un post en la red social Linkedin en el que preguntaba a la comunidad que «¿cuántos destinos europeos conoces con temperaturas primaverales, conectividad internacional, oferta integral de equipamiento turístico, cultural, deportivo, gastronómico y de ocio, entre otras, de primer nivel durante todo el año? Sí, pues eso. El verano está sobrevalorado!!». Las críticas ante la controversia de dichas declaraciones no dejaron indiferente a la población de dicha plataforma, que le recriminó que las ilógicas temperaturas extrema en la presente estación suponían un problema, «más que algo a celebrar». Bernal, más allá de no retractarse de sus palabras, continuó su línea discursiva afirmando que «hay quien ve oportunidades donde algunos ven problemas». Fue, sin embargo, el propio gabinete de prensa de la consejería que lidera el que tuvo que escurrir el bulto afirmando que dicho comentario «nada tiene que ver con el cambio climático, del que es un convencido».
Cabe recordar que, precisamente, la provincia de la que destacó la incomprensible meteorología, Málaga, vive uno de las fases más alarmantes de falta de precipitaciones y sequía de las últimas décadas. Tal es la crisis hídrica que fustiga al territorio malagueño que comarcas como la Axarquía o la Costa del Sol saben que tan solo tienen garantizado el abastecimiento de suministro de agua para la población para los próximos seis meses, lo que ha obligado a que la propia Junta de Andalucía y la Diputación de Málaga desarrollen numerosos proyectos, especialmente, en materia de regeneración y desalación de aguas, con vistas a certificar el aprovisionamiento hídrico a malagueños y malagueñas. Un contexto para el que, en última instancia y, siempre y cuando se hayan agotado las posibilidades previas citadas, también trabaja la Administración autonómica en orden de cerciorar la llegada de barcos cargados de agua que abastezcan a la población.
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).
