Que el descenso de la natalidad es un fenómeno demográfico que actualmente está siendo registrado en Andalucía, eso es indudable. Las cifras así lo demuestran. El número de nacimientos se redujo en Andalucía en 2023 en un 3,2 %, en una tendencia que es decreciente desde 2008. Ahora bien, es igual de irrefutable que este mantra de la «natalidad» está siendo utilizado por la Junta para fundamentar en ello el continuo cierre de aulas en la educación pública andaluza, habiendo sido clausuradas nada menos que 706 clases públicas en 2024, para mantener inmaculado, por el contrario, la cantidad de líneas educativas de las que goza la concertada en el territorio, excusándose en que son conciertos de años de duración que no pueden ser suprimidos.
Una cifra evidencia, más que ninguna, que el relato de la Administración andaluza, con el máximo dirigente andaluz, Juanma Moreno, y la Consejería de Desarrollo Educativo -con las dos titulares que ha tenido en esta legislatura, Patricia del Pozo y Carmen Castillo-, a la cabeza, se cae en pedazos. La enseñanza privada concertada ha sumado 10.000 nuevas matriculaciones durante la última década (un claro superávit), mientras que la enseñanza pública ha visto reducido su alumnado en 90.000 niños y niñas.
Y es que, de ser cierto, el, a todas, cuento chino del Gobierno andaluz de la «natalidad», el descenso debería, no solo haber sido detectado en ambas tipologías de educación (pública y concertada), sin distinción, pues no existe estudio sociológico ni antropológico que ampare que el alumnado público tengan más propensión a no asistir a clase que el de los colegios concertados.
De igual forma, debería haberse actuado políticamente, por consiguiente, de la misma forma, en ellas, clausurando aulas tanto en una como en otra ante el presunto problema demográfico. La realidad, sin embargo, ha sido que la concertada apenas ha visto en los seis años de mandato de Moreno menguada el número de clases que detenta, mientras que en la pública, la cuantía es aterradora: 2.402 han sido precintadas por el Ejecutivo autonómico en este tiempo.
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).
