La Consejería de Salud y Consumo sigue en búsqueda de ese chivo expiatorio al que adjudicar la grave crisis asistencial sanitaria, sin precedentes, que sufre la comunidad andaluza. Ahora que la lógica discursiva de haber invertido “más recursos que nunca” en materia de salud comienza a demolerse por su propio peso, dado que cada vez un mayor número de andaluces y andaluzas son conscientes de los severos problemas que adolece el SAS, la cartera liderada por la popular Catalina García continúa examinando terceros sujetos y/o cuestiones a las que atribuir esta realidad. En este sentido, la última de las cortinas de humo de Salud ha sido la de responsabilizar a los pacientes “que no acudieron a su cita” este curso pasado.
Este 24 de enero, la Consejería publicó en redes sociales que, en 2023, “Andalucía perdió más de 2,8 millones de citas en Atención Primaria para médico de familia o enfermería”. El dato, además, llegaba acompañado de una petición del propio SAS a la población andaluza: “Si no vas a tu cita, anúlala. Otro paciente lo agradecerá. Recuerda, mañana puedes ser tú el que necesite esa cita”.
El mensaje fue inmediatamente condenado por los sindicatos, que acusaron a la Junta de culpar a los ciudadanos del quimérico escenario que vive actualmente la sanidad pública andaluza, buscando la forma de “eludir la responsabilidad de la gestión de la Consejería de Salud y Consumo” y de su máxima dirigente, como afirmaría Rafael Ojeda, presidente del Sindicato Médico de Andalucía. Antonio Macías, responsable del área de Salud y Servicios Sociales de UGT, cuestionaba, además, que no se abordase de manera seria “el porqué de tantas citas perdidas”.
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).