El acto más ‘vibrante’ de la una de las manifestaciones más concurridas de las celebradas este pasado sábado en tres de las capitales andaluzas, tuvo lugar en la marcha desarrollada en Sevilla, donde, al arribar todo el caudal de manifestantes a las famosas Setas del centro histórico de la capital hispalense, los entre 10.000 y 30.000 congregados -cifras de Policía Nacional y organizaciones convocantes, respectivamente- hicieron sonar sus llaves como protesta ante el duro panorama que sufre la población andaluza -y la española- para poder acceder a una vivienda digna.
La ‘performance’, completamente improvisada, fue quizás el momento más simbólico de la convocatoria, efectuada en un ambiente de absoluta reivindicación y plagado de una importantísima participación de jóvenes -la mayoría-. El tintineo de estas llaves estuvo acompañado, además, de alegatos como “vivienda para vivir no para hacer ‘airbnb'” o “ser casero no es una profesión”.
En estas protestas, cinco fueron los elementos gravemente señalados en el ojo de este huracán movilizador de fuerza andaluza tras el desalentador panorama que sufre actualmente el acceso a la vivienda: el rentismo, la especulación, la turistificación, la inacción del Gobierno y la intrascendencia de la actual ley de vivienda y la no construcción de viviendas públicas (VPO) en las grandes ciudades andaluzas.
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).